Hay muchas personas que no creen en las leyendas de terror, es más cuando les cuentan algunas historias de este tipo suelen mirar al otro con cara de pocos amigos. La verdad es que el mundo tiene muchos secretos, y cada uno de los rincones poseen datos que en diversas ocasiones no son revelados. España tiene numerosos sitios donde el terror se hace presente, y aunque somos un país que nos caracterizamos por tener una amplia diversidad ecológica digna de toda admiración, también existen espacios para el miedo, así como sucede en Barcelona.
Lo cierto es que no son cuentos sacados de unas películas, son leyendas que han ido pasando de generación en generación, y al día de hoy, forman parte de la cosmovisión y la cultura del lugar. Pese a esto, siempre es bueno descubrir estos detalles que revelan sucesos de terror, esos eventos que incitan al miedo, y aunque quizás nos tiemblen las piernas, esas historias también merecen la pena conocer en cualquier momento.
Barcelona tiene encantos, pero aquí se viene un material para conozcas la otra cara del miedo que existe en uno de sus barrios. Descubre cuál es, y qué se dice sobre las leyendas de terror.
2El miedo no se hace esperar en el Born
Barcelona esconde muchas leyendas de terror. Una de ellas la podemos situar dentro del actual mercado de Santa Caterina. Cabe destacar que el siglo XIII se erigió el convento dominico de Santa Caterina, aunque más adelante se derribó. Lo cierto del caso es que en este sitio estaba enterrado el santo local Ramón de Penyafort, en un túmulo de tierra en el que se cuenta que tenía ciertas particularidades, entre las cuales destacaba el asunto de obrar milagros.
Teniendo en cuenta esta cuenta esta vertiente, inmediatamente cada uno de los feligreses se vieron en la necesidad de ir al lugar y se llevaban consigo puñados de tierra, y algunos llegaban hasta ingerirla utilizando agua para diluirla. La leyenda dice que satanás visitaba a Barcelona, e iba a ese lugar que siempre resultaba curioso para todas las personas.
Como dato vinculante, muchos historiadores han llegado a considerar que el mencionado convento de Santa Caterina, era más bien el epicentro para que se reunieran brujas. A la media noche empezaban las espantosas celebraciones mediante misas. Estas brujas clamaban la presencia del diablo para que se hiciera presente en lugar y continuar con sus obras demoníacas.