El consejero de Salud del Gobierno asturiano, Pablo Fernández, ha dicho este viernes que la situación epidemiológica de COVID-19 en Asturias este verano se está solventando de una manera mejor de la que se podía esperar. «La población lo está haciendo verdaderamente bien», ha dicho.
En una comparecencia por Internet, Fernández ha dicho que, a pesar del «goteo» de casos que se está registrando este verano, en Asturias la situación «no es tan adversa«, a pesar de está siendo frecuentada por un gran número de personas y la movilidad ha aumentado bastante en zonas urbanas y rurales.
«Aunque hay un empeoramiento continuo de cifras que nos preocupa, está siendo un goteo no excesivo ni disparado como en otros lugares, ha comentado. Así, ha celebrado que en Asturias se estén respetando las medidas que se están recomendando en cuanto a distanciamiento, utilización de mascarilla y lavado de manos.
«Estamos satisfechos, pero también somos a veces testigos de situaciones que no nos gustan», ha dicho Fernández, que confía en que la población en general siga con una actitud responsable.
Ha añadido que en Asturias la incidencia de COVID-19 es la menor de todo el país. El coordinador del Observatorio de la Salud, Mario Margolles, que estuvo en la misma comparecencia, añadió que hay una comunidad autónoma que tiene 17 veces más incidencia que Asturias, pero no especificó cuál es. También dijo que desde el 1 de julio, la edad media de los contagiados es de 38 años, que ha habido 498 casos y no ha habido fallecimiento alguno.
A pesar de la menor incidencia en Asturias, el consejero de Salud asturiano, Pablo Fernández, ha admitido que el Principado «no es una isla» y que desde el Ministerio de Sanidad se lo recordaban este jueves y «lo escenificaban», en alusión a la rueda de prensa del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.