El Paracetamol, el Ibuprofeno y la Aspirina son tres de los medicamentos más habituales en los hogares, unas pastillas a las que se suele recurrir para tratar de hacer frente a diferentes problemas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se toman de la forma correcta.
Estos fármacos se pueden encontrar en las farmacias y se utilizan para dolores de cabeza, de muelas, musculares, fiebre, inflamaciones… dependiendo del caso. Muchos ciudadanos recurren a estos analgésicos ante cualquier dolencia, en algunos casos incluso de manera excesiva, ignorando que puede no ser la mejor opción para ese problema en cuestión.
Por ello, a continuación te vamos a explicar qué debes tomar en cada caso.
7LOS EFECTOS DE LA ASPIRINA
Gracias a su efecto como antiagregante plaquetario, la Aspirina hace que se reduzca o evite la unión de las plaquetas, que es lo que origina que se originen coágulos que impidan el paso de la sangre, es decir que se produzcan trombos que puedan derivar en ataques cardíacos o cerebrovasculares.
Su uso está indicado para dolores de cabeza, de dientes, de menstruación, de espalda, musculares, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, etcétera.
Aspirina es la marca comercial más conocida del ácido acetilsalicílico, pero también hay otras populares como Cerebrino, Dolmiran, Okaldol o Rhonal.