El Paracetamol, el Ibuprofeno y la Aspirina son tres de los medicamentos más habituales en los hogares, unas pastillas a las que se suele recurrir para tratar de hacer frente a diferentes problemas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se toman de la forma correcta.
Estos fármacos se pueden encontrar en las farmacias y se utilizan para dolores de cabeza, de muelas, musculares, fiebre, inflamaciones… dependiendo del caso. Muchos ciudadanos recurren a estos analgésicos ante cualquier dolencia, en algunos casos incluso de manera excesiva, ignorando que puede no ser la mejor opción para ese problema en cuestión.
Por ello, a continuación te vamos a explicar qué debes tomar en cada caso.
5LOS EFECTOS SECUNDARIOS DEL IBUPROFENO
El Ibuprofeno, que se comercializa habitualmente en dosis de 400 y 600 mg; y presentaciones varias como granulados, supositorios o soluciones orales, tiene varios efectos secundarios.
Al ser un fármaco con propiedades antiinflamatorias, puede llegar a perjudicar al estómago, dando origen a la aparición de úlceras, hemorragias o perforaciones. Por esta razón, es aconsejable que se tome con comida o después de comer, evitando así que se irrite la mucosa gástrica. Con su toma pueden aparecer dolores abdominales, diarreas, náuseas o vómitos, entre otros.
Además, si se consume de forma excesiva, puede llegar a originar enfermedades y fallos cardiovasculares, hepáticos y renales. Está desaconsejado para personas que padecen úlcera gástrica, insuficiencia renal o hepática grave y para quienes toman antihipertensivos.