El Paracetamol, el Ibuprofeno y la Aspirina son tres de los medicamentos más habituales en los hogares, unas pastillas a las que se suele recurrir para tratar de hacer frente a diferentes problemas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se toman de la forma correcta.
Estos fármacos se pueden encontrar en las farmacias y se utilizan para dolores de cabeza, de muelas, musculares, fiebre, inflamaciones… dependiendo del caso. Muchos ciudadanos recurren a estos analgésicos ante cualquier dolencia, en algunos casos incluso de manera excesiva, ignorando que puede no ser la mejor opción para ese problema en cuestión.
Por ello, a continuación te vamos a explicar qué debes tomar en cada caso.
4IBUPROFENO: ANALGÉSICO, ANTIPIRÉTICO Y ANTIINFLAMATORIO
El Ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que es considerado uno de los más completos al ser analgésico, antipirético y antiinflamatorio al mismo tiempo.
Su uso está principalmente indicado para quienes tienen que combatir la fiebre, así como para el alivio sintomático de dolores leves o moderados, y también para inflamaciones.
De esta manera, se puede recurrir a él para dolores de cabeza, dolores de muelas, artritis, artrosis, faringitis, dolor de garganta, cuadros inflamatorios, dolores musculares, molestias provocadas por esguinces o torceduras, etcétera.
A diferencia del paracetamol, cuenta con capacidad antiinflamatoria, siendo esta una de las grandes diferencias entre ambos. Algunas de sus marcas más conocidas son Neobrufen, Espidifen, Nurofen o Saetil.