El Paracetamol, el Ibuprofeno y la Aspirina son tres de los medicamentos más habituales en los hogares, unas pastillas a las que se suele recurrir para tratar de hacer frente a diferentes problemas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se toman de la forma correcta.
Estos fármacos se pueden encontrar en las farmacias y se utilizan para dolores de cabeza, de muelas, musculares, fiebre, inflamaciones… dependiendo del caso. Muchos ciudadanos recurren a estos analgésicos ante cualquier dolencia, en algunos casos incluso de manera excesiva, ignorando que puede no ser la mejor opción para ese problema en cuestión.
Por ello, a continuación te vamos a explicar qué debes tomar en cada caso.
1PARACETAMOL: PROPIEDADES ANALGÉSICAS Y ANTIPIRÉTICAS
El Paracetamol, al igual que el Ibuprofeno, es un fármaco que posee propiedades antipiréticas y analgésicas. Sin embargo, a diferencia de este, no tiene propiedades antiinflamatorias.
De esta forma, este analgésico se utiliza principalmente para combatir procesos febriles, así como otros dolores leves y moderados. Este es el caso de la tortícolis, ciática, reuma, lumbago o dolores de cabeza, de huesos, de muelas, de oídos o menstruales, entre otros.
Gracias a su efecto antipirético ayuda a reducir la fiebre, por lo que en caso de gripe o resfriado por virus contribuye a incrementar el nivel de bienestar.