Un día más os traemos una receta de lo más tradicional, pero hecha con amor y con un resultado de lo más «rico, rico»; un delicioso salmorejo. Una crema fría hecha a base de ingredientes naturales que puedes hacer a cualquier hora del día para degustar como primer plato en las comidas, o bien, como tentempié. Sea como fuere, pero no te puedes perder la elaboración de esta sopa fría hecha con cariño y que la considerarás para toda la vida.
Sin embargo, hoy os traemos una fórmula de elaboración del salmorejo distinta, y con un toque especial. Porque el salmorejo cordobés tiene ciertas distinciones que debes de saber para que tu plato pase de ser un simple salmorejo cordobés, a ser casi de estrella Michelín ¿Te atreves a intentarlo de la mano de Karlos Arguiñano encima en pocos minutos?
3Cómo hacer el salmorejo paso a paso
Primero, hay que lavar bien el kilo de tomates, cortarlos y tritutarlos con la batidora para eliminar cualquier resto de piel o pepitas. Y mientras tanto puedes ir cociendo los 8 huevos de codorniz en una cazuela con agua a parte.
Esto es importante, ya que cabe señalar, que los huevos de codorniz también aportan todas las vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo y del sistema inmune, pues contienen vitamina A, que permite la formación de tejidos blandos así como el mantenimiento de la piel, mientras que el complejo B favorece el mantenimiento del sistema nervioso y ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre.
Trocea la miga de pan de pan de hogaza e incorpórala poco a poco mientras añades un diente de ajo muy picado, y una pizca de sal del himalaya. Mientras incorporas estos ingredientes vas echando con la ayuda de una cuchara sopera los 100 ml de aceite de oliva virgen extra y continúas removiendo y batiéndolo todo.