Pablo Casado quiso dar un golpe de efecto el pasado año en una baronía asturiana apuntillada por la salida de Álvarez-Cascos para fundar Foro Asturias. El nuevo líder ‘popular’ quiso dar un golpe de efecto y relevó a la ‘marianista’ Mercedes Fernández por Teresa Mallada, que contaba con unos sondeos ligeramente más optimistas que su compañera.
Pero Fernández aducía, y decía bien, que ella había ganado unas primarias, lo que le parecía asegurar su candidatura, y que Mallada tenía una mochila judicial que podía estallar en cualquier momento. Y ahora, un año después, ha llegado el momento.
Quizás algunos enemigos internos de Mallada se alegren de sus problemas. Y es que muchos vieron su mano cuando desde Génova 13 tumbaron a la mano derecha de Fernández, Luis Venta, acusado, y posteriormente absuelto, de escribir un anónimo amenazante a un concejal asturiano ‘malladista’.
CASADO, UN MAL BOMBERO EN EL PP ASTURIANO
Pablo Casado no acertó al forzar la salida de Luis Venta, que aseguró que en su «condición de secretario general del PP de Asturias, ni a lo largo de mi trayectoria, jamás he amenazado a nadie».
Venta aseguró que simplemente reenvió «un texto anónimo, uno de los muchos que me llegan, referido a conductas y comportamientos relacionados con el actual secretario general del PP de Gijón y portavoz municipal».
Y esta nota le envió «al interesado o a la persona a la que hace referencia el anónimo. La remisión la hago siempre con una tarjeta o post-it en el que me identifico y expreso que doy traslado del texto para el conocimiento del afectado».
LÍO PARA MALLADA
Teresa Mallada está imputada en el Caso Hulla junto a sus compañeros del consistorio de Aller entre 2008 y 2010 por un presunto delito de prevaricación a la hora de sacar adelante la construcción del polémico geriátrico de Felechosa (que podría haber generado algunas comisiones, tal y como insinúa la prensa asturiana).
El pleno votó «por unanimidad la compra de los terrenos y la construcción sin licencia de la residencia del Montepío, pese a tener todos los informes municipales en contra». La fiscalía atribuye delitos de prevaricación, tráfico de influencias y prevaricación urbanística a la actual portavoz del PP en el Parlamento de Asturias y a sus 16 excompañeros.
El Observatorio ciudadano anticorrupción de Asturias dice que «Mallada, que ha sido presidenta de Hunosa (mítica empresa pública asturiana relacionada con la minería), está muy formada y tenía que saber lo que podía generar esa situación. Otra cosa es que quizás no contasen con que, con el clima de impunidad en el que se movían acabase en los juzgados».
La defensa pide al juez que no atienda las exigencias de Anticorrupción y no instruya en procedimiento abreviado «para que el Ministerio Fiscal, erróneamente y en perjuicio de concejales que ninguna irregularidad han cometido, formule acusación y los lleve a sentarse injusta y arbitrariamente en el banquillo. Sería una ilegalidad y una arbitrariedad».
BARONES GRISES
Pablo Casado tiene que lidiar con varios barones que buscan su perfil propio, Núñez-Feijóo o Juanma Moreno son los casos más emblemáticos, y con algunos líderes regionales que no lograron los números esperados en 2019.
Es el caso de la Comunidad Valenciana, Islas Baleares, La Rioja y Aragón, que ‘sufren’ los grises liderazgos de Isabel Bonig, Biel Company, el expresidente autonómico José Ignacio Ceniceros y Luis María Beamonte.
Peor están las cosas en Euskadi y Asturias, donde el PP está en situación de interinidad tras las renuncias de Alfonso Alonso y Mercedes Fernández tras ser relegados por Casado. Y falta abrir el melón de Madrid…