El Gobierno guarda silencio mientras sigue dando pequeños pasos en una dirección que atemoriza tanto a comerciantes como a criadores particulares. Desde que el PSOE y Unidas Podemos se colgaron la medalla de Ejecutivo verde, sus medidas no han gustado a todos. Las alarmas han saltado en algunos sectores desde que Luis Mariano González, jefe del Área de Acciones de Conservación de la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Miteco, se fue de la lengua en un programa de televisión y advirtió que el Gobierno está elaborando un proyecto de ley que prevé prohibir la tenencia de animales exóticos como mascotas. Sin embargo, y ante el estupor de muchas partes interesadas, desde el Ministerio de Transición Ecológica insisten en que no es más que un tema menor del que se ha hecho «una bola de nieve» en las redes sociales.
Mientras el Gobierno da pasos tras la maraña de páginas web oficiales que auguran que algo se mueve en esta dirección, desde Transición Ecológica echan balones fuera y achacan la decisión de prohibir la tenencia de algunas mascotas corresponde a la Dirección General de Derechos de los Animales. Sin embargo, sí que reconocen que el tema, de estar, está muy verde y quieren lanzar un «mensaje de tranquilidad» a todos esos comerciantes que viven desde hace años de la cría y venta de animales exóticos, así como del alimento o las instalaciones que estas especies precian para estar en buenas condiciones.
Este Gobierno ya dio un primer golpe a la tenencia de exóticos al tomar una decisión muy criticada por la Sociedad Herpetológica Valenciana (SOHEVA). La entonces portavoz del Gobierno Isabel Celaá no pudo contener la risa mientras anunciaba en la rueda de prensa del Consejo de Ministros que la pitón real y el varano de la sabana pasarían a ser considerados como especies invasoras (unos animales que no sobreviven con temperaturas inferiores a los 15 grados, aproximadamente). Esta decisión que golpeó duramente al sector dio mucho que hablar (hasta el punto de que SOHEVA recaudó dinero para presentar un recurso) y actualmente parece ser la herramienta que ha decidido usar el Gobierno para atacar la tenencia de exóticos.
El Ejecutivo ha presentado ya la consulta pública previa sobre el Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 139/2011 que regula el listado especies exóticas invasoras. Está en un punto poco accesible de una página y augura el próximo paso del Ejecutivo, algo que hace temblar a más de un comerciante que todavía no tiene respuestas claras a si tendrá que echar por tierra el trabajo de toda su vida. Por no hablar de quienes se han dedicado a la tenencia y cría de determinados animales.
Al ser preguntado por este periódico, Transición Ecológica parece echar el freno de mano y reconocen que las palabras de Luis Mariano González fueron sacadas de contexto. Aseguran que se ha formado una «bola de nieve» en las redes sociales cuando en realidad no tienen nada preparado, sin embargo, el idealismo de algunos miembros del Gobierno pretende acabar (o no contribuir) a un negocio ilegal que según el propio ministerio genera unos 23.000 millones de dólares al año.
Fuentes del Ejecutivo aseguran que se trata de otro globo sonda y que no hay nada palpable aún, pero lo cierto es que la Ley de Bienestar Animal que prepara la Dirección General de Derechos de los Animales aún es muy opaca y puede traer la ruina a más de un comerciante, no solo porque comercie con la cría de animales exóticos, sino por la venta de material relacionado con este mundo.
PROHIBIR A GOLPE DE LISTA
El Gobierno, o parte de él, quiere prohibir la tenencia de exóticos (desde aves y peces hasta reptiles o mamíferos) elaborando una lista positiva de especies que detalle qué animales no son perjudiciales para la biodiversidad, y por descarte, cuáles sí. Da igual que se trate de un reptil que no es capaz de sobrevivir a menos de 20 grados, lo importante es limitar, al igual que se hizo con las pitones o los varanos, la tenencia de algunos animales.
Muchas de las quejas de los aficionados, veterinarios y biólogos favorables a la cría en cautividad se han hecho notar en forma de reclamaciones al Gobierno en las que detallan que es una práctica que no se está aplicando en ningún otro país de la Unión Europea. También aseguran que la cría en cautividad es una forma de conservación de muchas especies exóticas y que incluso frena el tráfico de animales, es decir, la captura en su entorno natural para enviarlos a determinados países.
Es evidente que la postura ideológica de Transición Ecológica y de la Dirección General de Derechos de los Animales no apoya la tenencia de este tipo de animales, sin embargo, siguen guardando silencio a la hora de reconocer si tienen intención de llevar a la quiebra a más de un negocio que vive de esto.