Si echamos la vista atrás, a lo largo de la historia, podemos comprobar que el agua ha sido un símbolo de fertilidad. Además, las monedas están relacionadas con la buena suerte. Por eso, no es de extrañar que estos elementos de metal y las fuentes estén íntimamente relacionados. Ambas son protagonistas de un sinfín de profecías y supersticiones.
Un recipiente lleno de agua era el símbolo egipcio de la maternidad. También, para agradar a los dioses y los demonios, se ha usado el dinero desde hace milenios. Unidos, los dos elementos se consideran muy poderosos y es por eso que gente de todas las culturas siguen manteniendo las tradiciones de sus ancestros.
¿Te interesa esta curiosidad? Descubre los motivos por los que se echan monedas a las fuentes.
4Las monedas, símbolo de buena suerte
Hace tiempo, los campesinos de Irlanda y Escocia se dedicaban a buscar fuentes que se encontraran cerca de los robles o las grandes rocas. Cuando las encontraban, decoraban sus ramas o las piedras con tiras de lienzo para, después, escupirles justo encima. Este ritual, según la leyenda, los protegería tanto a ellos como a su ganado para alejar las infecciones que pudieran enviarles los druidas.
Desde el momento en que aparecieron las primeras monedas, según se cree, en Asia Menor por los lidios, las piezas de metal se relacionaron con la buena suerte. Por eso, hasta en la actualidad es muy común verlas adornando complementos como pulseras, collares, etc. En algunas tradiciones, las novias llevan una moneda dentro del zapato. Hay personas hasta que se niegan a gastar su moneda que les proporciona buena suerte.
El motivo principal, por tanto, de echar las monedas a las fuentes, ya comenzó con las sociedades primitivas. Era una forma de arrojar un regalo al agua en la que vivían los espíritus, sobre todo dentro de los pozos o los manantiales. Volviendo a Plinio, dejó constancia de que, en una fuente muy cercana a la ciudad de Roma, el agua era muy transparente y se podían ver todas las monedas que las personas habían echado en la misma. Las piedras, alfileres y, sobre todo, las monedas, son esos elementos que nos protegen . Ofrendas a los dioses o espíritus de las fuentes para, después de todo, encontrar nuestra buena fortuna.
