Si echamos la vista atrás, a lo largo de la historia, podemos comprobar que el agua ha sido un símbolo de fertilidad. Además, las monedas están relacionadas con la buena suerte. Por eso, no es de extrañar que estos elementos de metal y las fuentes estén íntimamente relacionados. Ambas son protagonistas de un sinfín de profecías y supersticiones.
Un recipiente lleno de agua era el símbolo egipcio de la maternidad. También, para agradar a los dioses y los demonios, se ha usado el dinero desde hace milenios. Unidos, los dos elementos se consideran muy poderosos y es por eso que gente de todas las culturas siguen manteniendo las tradiciones de sus ancestros.
¿Te interesa esta curiosidad? Descubre los motivos por los que se echan monedas a las fuentes.
1Propiedades limpiadoras del agua de las fuentes
Desde hace mucho tiempo, las personas de diversas culturas han creído mucho en las propiedades limpiadoras del agua, sobre todo de las fuentes. Estas pueden vencer incluso enfermedades y alejar la maldad que nos rodea.
Ya en las civilizaciones más primitivas, se sumergía a los bebés recién nacidos en lagos y ríos. De hecho, aún persiste la costumbre en el Bautismo. Si una fuente brota de la tierra, se consideraba algo digno de respeto y culto, pues era interpretado como un regalo de los dioses para curar enfermedades.
Este tipo de agua refrescaba más que la de un estanque. Por este motivo, se pensaba que tenía muchas más propiedades. Las termas y manantiales eran los que aportaban más beneficios. Por eso, los enfermos se sumergían para tratar sus dolencias, algo que sigue persistiendo.