Alemania ha anotado en las últimas horas más de 700 nuevos casos de coronavirus, lo que sitúa el total por encima de las 212.000 personas contagiadas, según ha informado este miércoles el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental encargada del control de enfermedades infecciosas en el país.
De acuerdo con el RKI, en estas 24 horas se han contabilizado 741 nuevos positivos y otros doce decesos, por lo que el balance de víctimas de la COVID-19 en Alemania aumenta a 212.022 personas contagiadas y 9.168 fallecidas.
Además, la agencia gubernamental ha detallado que, del total de casos confirmados, 194.600 se han recuperado, unas 600 personas más que las comunicadas el martes.
Asimismo, el RKI ha señalado que la tasa de reproducción del virus durante los últimos diez días o valor R es de 1,02 –frente al 1,09 de la jornada anterior–, lo que significa que cada infectado contagia de media a una persona.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, ha defendido este miércoles el uso obligatorio de la mascarilla en algunos lugares públicos. En un podcast, ha argumentado que, si bien a él mismo le pone «nervioso» tener que llevarla, «comparado con todo lo que hemos experimentado en marzo y abril es realmente un remedio muy suave».
Spahn ha reivindicado, frente a los detractores de esta y otras medidas preventivas, que «la libertad infinita no existe sin la libertad de los demás». «Aquí se trata de cuidar al otro en la tienda, en el metro, en el restaurante, es decir, de proteger su libertad e integridad física», ha subrayado.
Por otro lado, se ha referido a la futura vacuna contra la COVID-19, revelando que ya hay algunas candidatas «muy prometedoras». «Si logramos esto en los próximos meses, habremos tenido el desarrollo de una vacuna más rápido en la historia de la Humanidad», ha destacado.
La asociación de médicos de Alemania, Marburger Bund, dijo el martes que el país ya está sufriendo una «segunda ola» de coronavirus, aunque al mismo tiempo aseguró que el sistema sanitario está preparado.
Desde el inicio de la desescalada, el pasado mes de mayo, Alemania ha detectado varios rebrotes, la mayoría asociados a trabajadores de mataderos y del campo, aunque también a la actividad social.
El Gobierno ha advertido sobre una posible vuelta a las medidas restrictivas si no se cumplen las recomendaciones sanitarias para prevenir el contagio del virus, tales como guardar la distancia social, usar mascarilla y lavado de manos.
En respuesta, unas 20.000 personas marcharon el pasado fin de semana por Berlín, la mayoría sin guardar la distancia social y sin mascarilla, para protestar contra las medidas restrictivas en una convocatoria apoyada por grupos neonazis, lo que dio lugar a una contramarcha al grito de «¡Fuera nazis!», aunque no se produjeron incidentes mayores.