Hoy os vamos a hablar de los dos grandes protagonistas culinarios del verano: el gazpacho y el salmorejo. Dos sopas bien frías que se consumen a base de ingredientes muy parecidos, pero cuya presentación y sabor final no es la misma. Si bien, ambos platos llevan el tomate como ingrediente principal, también los dos suponen un buen chute de vitaminas que te darán energía para combatir este asfixiante calor.
Y hoy, os vamos a contar las sutiles diferencias entre ellos, para que te decantes, definitivamente, por alguno de los dos. Una difícil decisión que puede que ya tuvieras clara, pero que con estas cinco recetas que te presentamos a continuación, seguro que vas a tener que darle una vuelta a tu decisión.
4El gazpacho andaluz más tradicional
Para elaborar el gazpacho, necesitaremos unos cuantos ingredientes más, muy similares a los del salmorejo: más o menos un kilo de tomates, pepino, cebolla, sal vinagre, aceite de oliva virgen extra y agua. Al igual que el salmorejo, cortamos los tomates, hacemos trozos y lo introducimos en un recipiente, añadimos el pimiento y la cebolla, sal y vinagre.
Vamos echando un chorrito de aceite mientras lo trituramos todo. Finalmente, le añadimos el agua y, si quieres, puedes añadirle un poquito de pan. La espesura del gazpacho también la marcaremos con el agua, aunque la receta original, se le echa en abundancia para que quede líquido, puedes echar lo que quieras. Y al final le añadiremos un toque de pejeril (solo para darle color). Lo metemos en la nevera para que se enfríe y ¡listo!
