Se nos había advertido que volveríamos a sufrir rebrotes de covid-19 en lo que queda de 2020 pero no pensábamos que iba a ocurrir tan pronto. A las pocas semanas de que finalizase el estado de alarma, ya comenzaban a multiplicarse nuevos casos de contagios en algunos puntos del país. El buen tiempo y la necesidad de socializar después de varios meses de confinamiento, están siendo la mecha de una nueva propagación del virus. Los datos estadísticos son ahora muy diferentes a los de marzo, ya que la franja de edad en la que se están produciendo la mayoría de los contagios, se sitúa por debajo de los 40 años. Esto hace pensar que un gran porcentaje de infecciones se están produciendo en reuniones de ocio y botellones nocturnos.
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La Comunidad Autónoma de Galicia fue la primera en finalizar la desescalada, y la primera en prohibir botellones en la vía pública. También a mediados de julio, el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicaba la decisión de prohibir esta práctica en toda Galicia, derivando a los ayuntamientos la competencia de velar por el cumplimiento de esta medida. Una decisión que se tomó tras advertir que el ocio nocturno, además de los casos importados, están siendo los mayores obstáculos ahora mismo, para controlar la expansión del virus. En cuanto a las celebraciones privadas con aglomeraciones de personas, las autoridades solamente pueden apelar a la responsabilidad individual de los ciudadanos, para no hacer en propiedades privadas, lo que no se permite hacer en lugares públicos. «Esto no es una broma», decía Núñez Feijóo al respecto.
