El sexo sigue siendo tabú en muchas circunstancias. A pesar de ser una de las cosas más naturales para los seres humanos, seguimos siendo una sociedad bastante arraigadas en las costumbres de antaño. Por eso, no llama la atención que a los españoles nos cueste mucho pedir ciertas cosas en la cama. Por vergüenza, por desconocimiento, etc.
La cultura y educación sexual que recibimos tiene mucho que ver con esto. En ocasiones, sigue pareciendo que disfrutar en el dormitorio sigue estando mal visto, por lo que nos suele avergonzar. Algo sucio, prohibido, demasiado íntimo… Con todos estos adjetivos valoramos todavía el sexo. Por eso, cumplir fantasías sexuales o innovar en la alcoba sigue costando mucho a las parejas.
Pero, ¿qué es lo que más nos avergüenza? Descubre las cosas que los españoles tenemos miedo a pedir en la cama.
Las cosas que da vergüenza pedir a los españoles por ser extrañas
Entre las cosas que más nos cuesta pedir en la cama por ser consideradas como raras se encuentran los juegos fetichistas con los pies. Hay personas a las que les encanta lamerlos, tocarlos o estimular con ellos la zona genital de la pareja. Para terminar con este tabú, podemos ayudarnos del cine o las series y ver escenas donde los personajes hagan eso que nos gustaría pedir que nos hicieran o hacer junto a la otra persona.
Si queremos empezar en la práctica, podemos hacerlo con la masturbación. Hacerla con ellos está muy ligada al fetichismo y parece ser algo complicada si nunca lo hemos hecho. Por eso, en vez de hablarlo, antes podemos dejarlo caer cuando veamos a otra pareja haciéndolo en pantalla. Nos puede costar pedirlo, pero es algo más común en la cama de lo que piensas. Debido a su relación con el fetichismo, se considera como tabú o mal visto. Podemos incluso pensar que el otro creerá que estamos enfermos o que somos demasiado cerdos. Sin embargo, siempre que sea consensuado, es otra forma cualquiera de pasarlo bien en la intimidad.
Esto también sucede con la lluvia dorada o urolagnia. Aquellos que la llevan a cabo es porque sienten placer cuando orinan o se dejan orinar por la pareja. Esta es una de las que más cuesta pedir en la cama, ya que el qué dirán o pensarán siempre está presente a la hora de hacerlo. No obstante, nunca debemos avergonzarnos de pedir de forma abierta algo que nos causa placer.
Los hombres no piden algunas cosas en la cama por su «hombría»
Muchos hombres, debido a la educación que reciben con respecto al sexo y otras cuestiones, no se atreven a pedir ciertas prácticas debido a que se relacionan, de forma social, con ser «poco masculinas». Por ejemplo, puede ser el caso de aquellas relacionadas con la zona anal, con roles de sumisión y el uso de juguetes eróticos, como los vibradores.
El problema principal es que aún existe mucho desconocimiento con respecto a esto. El hombre disfruta cuando le estimulan el ano o incluyendo juguetes sexuales, pero parece no estar bien visto de cara a la galería. Es por ello que se sienten mucho más presionados, pues su rol siempre está relacionado con la dominación y parece que, dejándolo de lado, no encajarán en esa idea preconcebida.
En ocasiones, se pueden incluso sentir intimidados por los juguetes. Esto ocurre porque piensan que ellos solos no son capaces de darle el placer necesario a la otra persona. Si hablamos de sexo anal, las dos partes suelen pensar qué dirá la otra persona si lo pedimos en la cama. Debido a su concepción social, es una de las prácticas que más nos suele costar pedir a los españoles cuando estamos intimando.
Esas cosas que consideramos demasiado «porno»
Sabemos que hay cosas que vemos en las películas porno y, aunque no deberíamos tomarlas al pie de la letra y tener que estar siempre a esa altura, nos ponen y nos gustaría introducirlas en nuestra cama. Por ejemplo, puede que sea pedir a nuestra pareja que nos ate o decirle que nos gustaría atarlas. Para terminar con esta vergüenza, lo mejor es tener confianza con la otra persona y, sobre todo, una buena comunicación.
La seguridad es muy importante a la hora de poner en marcha este tipo de prácticas. Además, debemos tener en cuenta que sirven para escapar de las rutinas y mantener la pasión. Otras cosas relacionadas con esto pueden ser hacer tríos, azotar, ser azotado o incluir otros comportamientos que, de forma común, los hemos ido relacionando con el porno.
Algunos de ellos pueden ser ver cómo la pareja traga semen, eyacular sobre la otra persona, etc. Si queremos huir de la rutina, nada mejor que ver la vida desde el erotismo, dejando que fluya nuestro deseo. Antes de que el sexo se vuelva mecánico, aquellos españoles a los que les da vergüenza pedir las cosas que les gustan en la cama, deberían atreverse, hablarlo con su pareja y romper con el aburrimiento en el dormitorio.
Cosas que nos vergüenzan en la cama a los españoles por pensar que son egoístas
Una de ellas puede ser, por ejemplo, hacer sexting. Este suele estar presente, sobre todo si la pareja mantiene una relación a distancia. Con la cuarentena, esto se ha normalizado mucho más, pero eso no quiere decir que lo hagamos bien. Si deseamos cómo saber hacerlo, tenemos que comenzar por saber querer nuestro cuerpo y gustarnos tal como somos.
Aquellas personas con la autoestima baja, pueden sentir vergüenza de su propio cuerpo. Sin embargo, si tenemos confianza plena con nuestra pareja esto no debe ser un obstáculo. Eso sí, siempre haciéndolo de forma consensuada y de ningún modo obligatoria.
Es algo que suele ocurrir también con el striptease o tener sexo frente al espejo. Otras de las prácticas que más vergüenza nos da a los españoles es pedir que nuestra pareja se masturbe frente a nosotros, o al contrario. También decir cosas subidas de tono o compartir nuestras fantasías sexuales. En estas ocasiones, nos exponemos mucho ante la otra persona, aunque ante esto no hay que tener miedo, sino saber aprovechar la oportunidad de explotar nuestro erotismo.