La base para hacer cualquier tipo de dietas quema-grasa es la reducción en los alimentos de las calorías. Sin embargo, reducirlas en exceso, así como incorporarlas de manera desordenada o hacer rutinas, regímenes o planes dietéticos que no son «compatibles» con tu estilo de vida, puede ir en contra de tu salud a largo plazo. ¿Por qué?
¿Sabes cómo detectar si una dieta realmente es adecuada para ti? No, solo un experto, las reacciones de tu organismo, la constancia y sobre todo, tu voluntad lo saben. Para la nutricionista Amy Hems de Nutrition and Theraphy, debemos evitar cierto tipo de dietas que no pueden mantenerse en el tiempo. «Las dietas que se debe evitar es la que no es sostenible, la que resulta extrema, peligrosa o denominada «milagro», aunque adelgaces.
«Un plan que es demasiado calórico o restrictivo funcionará en tu contra a largo plazo», explica. «Nuestros cuerpos se adaptan para funcionar con menos calorías, haciendo que el aumento de peso sea casi inevitable en cuanto le mentemos unas pocas calorías más adelante». Así que, ¿cuáles son las dietas (y ya no calóricas) que nunca debemos probar? Entre ellas, las primeras cinco son: la dieta Fletcher o masticar cada bocado hasta que se haga líquido, la dieta de masticar y escupir, la dieta del algodón, del arsénico y de la orina.
3Dietas: El régimen de la lombriz
La dieta de la lombriz es otra barbaridad ¿A quién se le puede ocurrir tragarse una lombriz del género Tenia para que acabe con las sobras de nuestros alimentos y, de paso, con nuestros intestinos? Pues a mucha gente. De hecho, por eso se denomina así, porque ya a principios del S.XX se puso de moda tragarse huevos de lombriz, para que se tragasen el exceso de alimentos, y una vez hecho, se tomaban una pastilla para matar a estos pequeños gusanos ¡qué delicia de dieta!