El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha alertado este jueves de que la tasa de riesgo de rebrote de la pandemia de coronavirus es alto en el conjunto de Cataluña y ha concretado que, en el área metropolitana de Barcelona, la pandemia está creciendo.
«Estamos en un momento crítico para evitar ir hacia una situación como la que nos encontramos a finales del mes de marzo«, ha argumentado Argimon en rueda de prensa junto al director del Servei Català de la Salut (CatSalut), Adrià Comella, y al coordinador de la unidad de seguimiento del Covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz.
La tasa de riesgo de rebrote es el producto que surge de la combinación de dos indicadores: la incidencia acumulada de casos nuevos en los últimos 14 días, es decir, la suma de positivos confirmados de las dos últimas semanas, y la velocidad de propagación de la enfermedad.
Argimon ha precisado que la tasa de riesgo de rebrote en Cataluña es superior a 100, y ha añadido que se encuentra en el umbral que marca la toma de decisiones: «Cuando esta tasa está por encima de 100, tenemos que mirarlo y tomar medidas».
Sobre la situación del sistema sanitario, Comella ha argumentado que esta tasa de infección se traduce, progresivamente, en más tensión en los servicios asistenciales, aunque ha concretado que de momento no está saturado: «El sistema en conjunto no está tensado, pero la tendencia es preocupante«.
Mendioroz ha avisado de que si la situación se descontrola lo suficiente se regresará al confinamiento, aunque Argimon ha subrayado que volver a encerrar a la ciudadanía no es deseable: «No queremos un confinamiento y la población no tiene que querer un confinamiento».
La tasa de casos confirmados en Cataluña es de 61 positivos por cada 100.000 habitantes, y la tendencia en el conjunto de la comunidad es a «ir creciendo», con unas zonas concretas –aquellas afectadas por las restricciones– en las que hay transmisión comunitaria, es decir, que los contagios se producen entre la ciudadanía del mismo territorio y no a través de casos importados, ha explicado Argimon.
Mendioroz ha precisado la explicación del secretario de Salud Pública con que, gradualmente, hay más gente contagiada: «Entre nosotros hay más gente que puede ser portadora de la enfermedad. Tenemos que ser conscientes».
Así, Argimon ha detallado que las restricciones se han aplicado «cada vez más rápido»: en la comarca del Segrià (Lleida) se han llevado a cabo con una tasa de nuevos casos de 200 por cada 100.000 habitantes; en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), con una tasa de 100; y en Barcelona, con una tasa de entre 30 y 40 casos por cada 100.000.
Ha insistido en que el del Segrià es un brote «muy complicado que ha tenido efectos sobre el sistema sanitario», y ha advertido de que, aunque en el resto de Cataluña no tengan un gran efecto actualmente, no quiere decir que no lo puedan tener en el futuro.
Comella ha detallado los datos de los servicios asistenciales y ha avisado de que la semana que viene serán «substancialmente peores» que los de este jueves porque las medidas, a su juicio, tardan en tener efecto.
Se ha pasado de 2.050 casos sospechosos durante la semana de Sant Joan –el 24 de junio– a los 8.551 de esta semana, una cifra que se ha incrementado un 300% y que «la semana que viene será superior», ha advertido.
Las urgencias relacionadas con Covid-19, que hace 15 días estaban por debajo del 2%, se han incrementado hasta el 4%: «No es un número significativo pero es un toque de atención que debemos tener presente», ha insistido Comella.
En relación a los ingresos hospitalarios, Comella ha alertado de una «tendencia preocupante»: hace 15 días se registraron 131 mientras que esta última semana han aumentado hasta los 301.
Cataluña tiene a su disposición 13.656 camas hospitalarias convencionales, de las que en la actualidad hay ocupadas 437 por Covid-19; mientras que, en las unidades de cuidados intensivos (UCI), se ha pasado de 40 personas ingresadas a 61 en un mes.
Comella ha añadido que todos los indicadores siguen una tendencia a crecer, aunque todavía lejos del colapso del sistema: «Lo que nos preocupa ahora es la tendencia, no la saturación».
Comella ha defendido que es «crítico» proteger a la población de riesgo muy alto y riesgo alto frente a la pandemia, que ha estimado en una cuarta parte de la población catalana aproximadamente.
En concreto, la población con riesgo muy alto es el 8% de la ciudadanía de Cataluña y han representado la mayor parte de las defunciones de la primera ola, con un 85% del total.
La población de riesgo alto es el 16% de la población, y han sido el 13% de las muertes de la primera ola, por lo que entre los dos grupos de riesgo más elevado suman el 98% de las defunciones en Cataluña.