El fantasma del 5G recorre Europa, pero nadie sabe aún cómo se van a desarrollar en los países miembros las redes que den soporte a este nuevo escenario de velocidad en el traspaso de datos. La decisión de Reino Unido de expulsar a Huawei del desarrollo de su red 5G ha marcado una tendencia que ha impuesto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la del enfrentamiento directo con China. Sin embargo, el resto de países europeos aún se mantienen en una posición neutral. Y España, con la vicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño como responsable de tomar esa decisión, aún no tiene ni la menor idea de si se plegará a las exigencias de Trump o sucumbirá ante los encantos de Huawei, la compañía mejor posicionada para desarrollar la infraestructura 5G.
“No ha sido una decisión fácil, pero sí la mejor a largo plazo para nuestra economía y nuestra seguridad nacional”, afirmó en la Cámara de los Comunes de Reino Unido el ministro Oliver Dowden. Ahora, además de que en el país europeo no saben con certeza cómo abordarán el reto de desarrollar esta red de alta velocidad, tendrán que enfrentarse a posibles represalias económicas del gigante asiático. Pero por el momento, la decisión del primer ministro británico Boris Johnson es que en 2027 no debe quedar ni rastro de Huawei en las redes 5G del país.
Tras ver los pasos que ha seguido Johnson, cabe pensar que Europa podría aplicar el mismo criterio, el impuesto por Trump debido a la guerra comercial que mantiene con China. Sin embargo, desde Bruselas se mantienen cautos y no quieren posicionarse hasta que las cartas estén sobre la mesa, por no hablar de que si hay un cambio político en Estados Unidos (país donde se celebran las elecciones este año) puede que los vetos se levanten.
Es por eso que Calviño no ha querido posicionarse en este asunto. Cuando se pregunta a cualquier miembro del equipo de la vicepresidenta, todos echan balones fuera y aseguran que hasta dentro de unos meses no pueden dar una respuesta. Todos asumen que en el 2021 habrá una red 5G en España decente, o al menos se darán los primeros pasos para instalarla, sin embargo, el Gobierno no quiere posicionarse a la espera de ver qué ocurre con Huawei y con Estados Unidos.
El Brexit ha dado autonomía a Reino Unido, y el sector radical de los tories se ha dejado seducir por los mensajes de Trump para levantar un muro comercial con China. Las consecuencias aún están por conocer, pero desde el Gobierno chino ya se ha dejado caer que habrá consecuencias económicas en forma de sanciones, así como freno en las inversiones en determinados proyectos que habían impulsado en suelo británico. “La decisión sigue a una revisión técnica realizada por el Centro Nacional de Seguridad Cibernética en respuesta a las sanciones de EE. UU.”, aseguran desde el Gobierno de Reino Unido.
El problema en España es que el Gobierno de Sánchez, muy endeudado y en una posición delicada, no quiere buscar enfrentamientos con nadie. Y mucho menos con China, un país cuyas inversiones en España son más que notables, pues, en 2018, la inversión bruta de China en España sumó 1.159 millones de euros.
Al mismo tiempo, Calviño, en la línea con las consideraciones de Bruselas, quiere esperar a ver qué ocurre con las elecciones de Estados Unidos. Si Reino Unido ha prohibido a Huawei, una empresa de telecomunicaciones china en la cual el gobierno del gigante asiático tiene mucha participación, formar parte del desarrollo de su nueva red es por las presiones de Trump, un presidente que ha mantenido una guerra comercial con China desde el primer momento en el que accedió a la presidencia. Sin embargo, los nuevos comicios de EE UU podrían apartar al magnate del poder y traer a Joe Biden, un demócrata menos hostil que podría cambiar las reglas del juego.
Todo hace que Calviño no quiera tomar una decisión y evite aclarar cuándo y cómo se desarrollará la red de 5G en España. Pues por el momento, tal y como aseguran desde el Gobierno, “hasta septiembre” como mínimo, no habrá una respuesta clara sobre este asunto. Aunque es más probable que se espere a noviembre, fecha en la que se celebrarán los comicios en Estados Unidos.