Dos locales de comida rápida de la cadena Isturk ubicados en Rincón de la Victoria, Málaga, tardaron ocho días en cerrar desde que la Guardia Civil ordenó su cese de actividad por presentar un foco de contagio de coronavirus entre sus empleados: un cocinero dio positivo en Covid-19.
Ante esta tardía respuesta, el grupo socialista en la oposición del Ayuntamiento ha regañado la gestión por parte de la coalición que gobierna el municipio, compuesta por PP, Ciudadanos y el grupo independiente Por Mi Pueblo.
Los socialistas han preguntado si fallaron los protocolos de actuación de la Junta de Andalucía y del propio Ayuntamiento, tras conocerse la lentitud en la actuación. Asimismo, criticaron la «celeridad y opacidad» con la que se llevó a cabo la operación. Se basan en el hecho de que la Guardia Civil ordenase el cierre de ambos establecimientos el 3 de julio, mientras que fue finalmente el día 10 cuando cerraron.
En este contexto, el PSOE ha pedido información al Consistorio sobre cómo se ha realizado el proceso. También respecto a qué medidas se han tomado para poder comunicarlas a la población y evitar un rebrote peligroso en el municipio malagueño.
Antonio Sánchez, concejal y líder del PSOE en Rincón de la Victoria, ha alertado: «La lentitud en la toma de decisiones pone en riesgo la seguridad y salud de nuestros vecinos». También ha afeado el hecho de que se desconozcan «los protocolos de actuación que la Junta de Andalucía establece en estos casos, y ni siquiera si ha habido comunicación entre la Junta, como mando único y el propio Ayuntamiento.
CONSISTORIO DE PP Y CS GUARDÓ SILENCIO
La asociación de defensa del consumidor Facua desde su plataforma en Málaga pidió al Ayuntamiento el pasado lunes 13 de julio que publicase el nombre de los locales especializados en kebab, para que los habitantes pudieran tomar las medidas oportunas.
También habría sido de utilidad para comensales que hubieran recibido servicio en los locales días antes, para ponerlo en conocimiento de las autoridades sanitarias.
Finalmente, fue el periódico El Plural el que informó de que los locales pertenecían a la marca Isturk, dato que fue confirmado después por la Junta de Andalucía. Fuentes municipales consultadas por el diario afirmaron que existía «precupación» entre los vecinos, ya que son locales muy frecuentados, especialmente en verano.