«Cumple con su papel». Así defiende José Félix Tezanos cada nueva oleada del CIS. Quizás sea esta una de las instituciones públicas más cuestionadas por la sombra siempre presente de «la cocina». Da igual qué partido político se siente en la Moncloa: la oposición, si no le convece lo que dice de ella o de su posición frente a sus contrincantes, se la vilipendia y resta credibilidad. Especialmente combativo, Tezanos ha dado la, hasta ahora, mejor definición de las encuestas del CIS: «ha proporcionado a la opinión pública y a los profesionales información que sea viable«. No veraz, no fiable. Sino viable. Desde la óptica sociológica para su uso en Política y políticas. ¿Existe cocina en el CIS? ¿Ha acertado en alguna ocasión? Repasemos los hitos más polémicos para comprobar hasta qué punto existen indicios de manipulación o buen hacer.
1«NO SE FÍEN DE LAS ENCUESTAS», JOSÉ FÉLIX TEZADOS
Esta frase, rotunda y directa, fue enunciada por el actual presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) durante su comparecencia en mayo de 2020 en el Congreso de los Diputados. Muchos entonces llegaron a cuestionar la utilidad de los recursos destinado a la institución pública. Si no son fiables, ¿de qué sirven? Los sociólogos y politólogos saltaron como un resorte a defender la honorabilidad de la institución -que no de su mandamás. Y es que la Sociología no aporta datos exactos, resultados precisos, sino intencionalidades. Como explican los expertos, se basa en la premisa de que 1) No siempre se dice la verdad; 2) Se puede cambiar de opinión, 3) Existe un rango de error asumible y asumido, y 4) Las propias preguntas pueden influir (como el método).
Así pues, en este aspecto, y siempre que se tomen las encuestas como resultados finales, Tezanos tiene razón: las encuestas nunca serán 100% fiables.