La farmacéutica Moderna está más cerca de pasar las fases necesarias para dar por finalizada su vacuna contra el coronavirus. El 27 de julio, la vacuna de Moderna entrará en la fase final y se probará en 30.000 personas después de haber demostrado que en adultos es capaz de generar los anticuerpos necesarios para tener inmunidad contra el virus que aún mantiene en vilo medio planeta. Pero la buena noticia para el Gobierno es que el hecho de que la compañía estadounidense haya llegado a un acuerdo con la farmacéutica española Rovi para para producir la vacuna en sus laboratorios de Madrid posiciona al Ejecutivo para sacar tajada y conseguir parte de la producción a buen precio.
Rovi ya nota en bolsa el haber llegado a un acuerdo con Moderna. Tan pronto como la biotecnológica estadounidense ha anunciado que el 27 de julio pasará a la fase final de la vacuna, se ha disparado en bolsa. Pero las noticias no son solo positivas para Rovi, sino que el Gobierno de España espera que los empresarios españoles les solucionen la papeleta con la adquisición de la vacuna una vez se dé por buena.
Pocas horas después del anuncio realizado por la biotecnológica americana Moderna (de que daba un paso más en el desarrollo de la vacuna), el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa ha afirmado en público y con orgullo que España formará parte del proceso de producción de la vacuna y que, de la mano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ya se había puesto en contacto con Moderna «para estimular las capacidades de fabricación españolas y facilitar así la interlocución de los diferentes actores que intervienen en la producción de la vacuna».
Estos pasos son los previos para que el Gobierno busque un acuerdo con la compañía americana para la provisión de vacunas para nuestro país. Illa aún no lo ha anunciado, pero su mediación en la negociación entre Rovi y Moderna ha sido clave y ahora, una vez han avanzado los pasos para pasar de fase en el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus, el Gobierno quiere estrechar el cerco sobre las farmacéuticas para buscar la forma de que el Ejecutivo disponga de suficientes dosis.
El ensayo de Moderna, el que ha disparado a Rovi en bolsa y que ha puesto los dientes largos al Gobierno, se hará a partir del 27 de julio con 30.000 participantes en Estados Unidos, la mitad de los cuales recibirán la vacuna en dosis de 100 microgramos, mientras que a la otra mitad se le administrará un placebo.
El primer objetivo de este ensayo de la nueva fase que entra en vigor a finales de julio será comprobar si la vacuna es segura y si, sobretodo, inmuniza frente al coronavirus. Básicamente si evita que una persona infectada desarrolle los síntomas más graves y si es capaz de inmunizar frente a esta pandemia.
Rovi crece de la mano de Moderna, y el Gobierno de la mano de Rovi. Illa se ha mantenido cauto respecto a la alianza de países (entre Italia, Alemania, Francia y Holanda) que pretende tener acceso a la vacuna de la Universidad de Oxford desarrollada por AstraZeneca. Ahora, con este paso, el Ministerio de Sanidad mantendrá en el radar a las dos vacunas y verá si son efectivas contra el coronavirus. Respecto a la de AstraZeneca, España se supone que tendrá acceso en el momento que considere. Y a la de Moderna, el pacto con Rovi ha posicionado a nuestro país en una situación privilegiada que permitirá al Gobierno llegar a un acuerdo con la compañía americana.