Ir a la playa es una de las actividades preferidas de casi todo el mundo en verano. Es relajante, divertido, hacemos ejercicio y estamos en contacto con la naturaleza. Vaya, que un pedacito de costa, ofrece todo lo que un ser humano necesita para ser feliz. A medida que se acerca el verano la gente ya empieza a planificar sus vacaciones en alguna zona del litoral, el problema es que este es un plan de vacaciones que trazan millones de españoles que, finalmente, acuden en masa a las mismas playas.
Este año, evitar las masificaciones es mucho más que una cuestión de comodidad, ya que la salud pública depende de ello. Por suerte, vivimos en una península rodeada de una maravillosa costa, con miles de playas espectaculares, muchas de ellas muy poco frecuentadas.
1PRECAUCIONES EN LA PLAYA
Aunque hagamos todo lo posible por evitar el turismo masivo, no podemos olvidar las normas de seguridad allá donde vayamos, porque la realidad es que no somos Magallanes y ya no existen espacios por descubrir, así que, allá donde vayamos, habrá viajeros y turistas. La playa y el mar no son focos de contagio, ya que sus propias características naturales (sal, sol, rugosidad de la arena…) no son ambientes en los que el coronavirus pueda sobrevivir mucho tiempo. Igualmente no está de más recordar que hay que mantener las distancias, controlar los enseres personales y seguir las indicaciones locales con respecto al uso de la mascarilla. La seguridad, la salud y el placer de unas vacaciones en la playa, no son incompatibles.
