La izquierda está muy fraccionada. Divide y vencerás. Son mantras que se cuelan en todos los análisis de los resultados sobre las elecciones vascas y gallegas del 12-J, como vía para explicar qué está pasando con la izquierda y por qué no es capaz de contrarrestar el poder hegemónico de la derecha en ambos territorios (PP en Galicia, PNV en País Vasco). Sin embargo, si nos adentramos en las cifras reales de votos, quizás la lectura sea ligeramente diferente (y sí, la ley de’Hom tiene algo que ver). Un caso paradigmático ha sido PACMA. El partido animalista ha cosechado una de las subidas más importantes de la izquierda, sabiendo capitizar más el descalabro de Unidas Podemos que el propio PSOE en Galicia, y se hunde en Euskadi.
PACMA EN GALICIA: TRIPLICA A EN MAREA
En Marea, la marca de Podemos en Galicia que ha combatido contra la intentona de Madrid de imponer a su candidato, se ha derrumbado en Galicia. Ha pasado de ser la segunda fuerza política, el contrapeso de Feijóo, a desaparecer del parlamento gallego. Una auténtica debacle que han sabido capitalizar tanto PACMA, que les ha triplicado en votos en el conjunto de la región, y el BNG, el nacionalismo más galleguista de la izquiera. Unidas Podemos, que aspiraba a validar su fuerza de marca respecto a los «disidentes» de En Marea, se ha encontrado con una realidad muy diferente: apenas 51000 votos en toda Galicia. Tampoco ha conseguido entrar en las cortes regionales.
De nuevo, la fragmentación de las fuerzas y las imposiciones de Madrid han dado como resultado la neutralización del efecto que tan solo cuatro años antes habían protagonizado En Marea, que en tan solo cuatro años había pasado de cero a cien. Un primer toque de atención para Unidas Podemos, que ha venido detallado por uno de sus principales dirigentes: Ramón Espinar.
LA CARA B: EUSKADI SE POLARIZA Y COME A AMBOS EXTREMOS
Los resultados en Euskadi han reforzado la tendencia que se veía afianzar en las dos últimas citas electorales. Dos son los partidos que van a copar la vida política del País Vasco en los años venideros: PNV y EH Bildu. Para muchos una sorpresa, que no es tal si se analiza no desde la óptima de Madrid sino de la realidad social del territorio. Es una tierra que ha superado la confrontación a base de sangre y plomo que ahora es capaz de hacer política y lograr así lo que nunca logró con las armas.
Es comprensible que después de llevarlos al parlamento nacional, se imponga cada vez más la polaridad entre la derecha del PNV y la izquierda de EH Bilbu. Entre ellos, se mueve el PSE que no consigue ilusionar. En esta ocasión, ni Podemos, ni PACMA han cosechado un buen resultado. Todos se dan un gran batacazo, toda vez que la izquierda popular se aproxima a EH Bildu.
En el caso de Unidas Podemos, han perdido casi el 50% de sus apoyos. El mensaje de Ramón Espinar ayer, nada más conocerse los resultados, es más que claro respecto al camino que debe tomar la formación morada si quiere mantenerse como un fuerza política de valor.
PACMA se deja más del 30% de sus votos. EQUO se ha convertido ahora en la esperanza del ecologismo para intentar en las próximas elecciones reconquistar a un electorado que es más fiel a los grandes bloques a causa de lo que se considera como voto útil.