El Gobierno del Principado de Asturias ha aprobado este martes el uso obligatorio de la mascarilla en las vías públicas urbanas, con independencia de que se pueda mantener la distancia de seguridad. Por otro lado, en las zonas rurales será obligatoria en caso de posibles aglomeraciones o por afluencia turística.
La medida va a ser publicada en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) esta misma tarde, momento en el que entrará en vigor. La sanción que se contempla por no llevar mascarilla oscila entre los 0 y los 100 euros y será la Policía Local o los servicios de inspección con competencia los encargados de velar por que se cumpla.
Así lo ha anunciado el consejera de Salud, Pablo Fernández Muñiz, en rueda de prensa telemática sobre los acuerdos adoptados en la reunión del Consejo de Gobierno de este martes, que ha comparecido junto al director general de Salud, Rafael Cofiño, y la gerente del SESPA, Concepción Saavedra.
Asturias se suma así al resto de comunidades donde el uso de mascarilla es obligatorio en espacios públicos: Cataluña, Baleares, Extremadura, Andalucía, Aragón, La Rioja y Murcia.
El consejero ha señalado que la norma va a permitir a los ciudadanos «sentirse más protegidos» y ha recordado los cinco nuevos casos de positivos en COVID-19 que se han notificado este martes en Asturias. La situación ya ha cambiado», ha señalado, de la que ha recordado que hasta el momento Asturias era la región de Europa con el mejor comportamiento epidemiológico.
Por su parte, Cofiño ha calificado la mascarilla como una «herramienta fundamental» para protegerse y ha llamado a asumir y naturalizar su uso ante el posible incremento de la circulación del virus a partir del otoño.
Además, el Principado está trabajando en la creación de una reserva estratégica de materiales, con un pedido para cuatro meses tomando como base la semana de mayor incidencia del virus en Asturias. Esta reserva estará lista en septiembre y permitiría disponer de material hasta diciembre.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno ha aprobado la creación de un Comité Asesor, que va a estar formado por cinco personas para asesorar en cuestiones de salud y relativas a la vigilancia epidemiológica.
Además, hay preparado un plan de contingencia en caso de repunte con un total de 186 camas de hospital preparadas para un posible repunte y 17 camas de UCI.
