Uno de los peores palos que todos hemos vivido, vivimos o viviremos alguna vez en nuestra vida es el de perder a la persona que amamos. Una ruptura suele ser un momento doloroso, incluso cuando esta es consensuada por ambas partes. Por ello, necesitaremos apoyo y una gran fortaleza mental para superarlo de forma definitiva y, sobre todo, salir enriquecidos de este momento que puede llegar a ser traumático.
Aunque es algo por lo que todos hemos pasado en la vida, muy pocas personas nos enseñan cómo afrontar este tipo de situaciones. Enfrentarnos a la pérdida en solitario y sin conocimiento, por tanto, puede llegar a estar lleno de obstáculos si nuestro deseo es continuar y seguir adelante. Como es lógico y todos sabemos, no es el fin del mundo. Sin embargo, cuando los sentimientos florecen es muy complicado ponerles una barrera y evitar que nos hagan hundirnos en nuestra propia tristeza.
Para que este momento de duelo no dure más de lo necesario, descubre los pasos necesarios para superar una ruptura definitivamente.
Nosotros, el pilar básico para superar una ruptura
Llega un momento de la vida en el que nos toca ser egoístas y cuidar de nosotros mismos. Es algo que deberíamos ir poniendo en práctica a menudo, aunque a veces no pueda costar. No obstante, cuando estamos en una relación, tendemos a pensar mucho en la otra persona. Casi todo lo que hacemos lo hacemos con ella y esto desemboca en que se convierta en una pieza fundamental de la ecuación.
Por eso, cuando esa persona desaparece, nos cuesta tanto volver a remontar. La razón principal por la que nos sentimos tan tristes y sin saber qué hacer es la soledad. A veces parece que nos hemos desprendido de una parte de nosotros mismos. La realidad es que no es así. Nosotros seguimos estando completos. Debido a ello, una ruptura puede ser un momento ideal para dedicarnos en cuerpo y alma a nosotros mismos, convirtiéndonos en nuestra prioridad.
Lo primero que debemos hacer es pensar en todos esos hobbies que tenías antes o todas aquellas cosas que hacías en solitario antes de conocer a tu pareja. Debemos mantenernos apegados a algo que siempre nos ha hecho felices. Otra idea es probar cosas nuevas. Podemos usar esa tristeza que nos consume como una energía renovada para cambiar ciertos aspectos de nuestra vida. Si lo conseguimos, saldremos reforzados de la situación y, además, habremos reconectado con nosotros mismos.
El ejercicio físico ayuda a superarlo
Todos los principios de año nos hacemos el mismo propósito: ir al gimnasio. Bien, como es algo que no solemos cumplir, un buen momento para ponernos en forma es cuando estamos en pleno proceso de superación de una ruptura. La razón es que el ejercicio demuestra ser muy eficaz para levantar y mejorar el estado de ánimo, cosa que seguro necesitamos.
Cuando hacemos hueco en nuestra rutina diaria para cuidarnos y hacer algo de ejercicio, también estamos volviendo a conectar con nosotros mismos y con nuestro cuerpo. Es una buena forma, además, de estar entretenidos y dejar de pensar, aunque sea durante una hora o unos minutos, en todo lo que se nos viene a la mente.
Si hemos sufrido una pérdida, lo más normal es estar tristes. El ejercicio ayudará a regular las emociones. De hecho, con practicar unas tres o cuatro sesiones por semana puede ser más que suficiente. Algo que debemos tener en cuenta es el adaptar ese ejercicio a nuestras condiciones físicas. Para empezar, lo haremos de forma suave. Conforme vayamos adquiriendo ritmo, también podremos ir siendo más exigentes.
Contacto cero tras la ruptura
Estamos hablando de empezar una vida nueva. La anterior no la vas a recuperar, por lo que no tiene mucho sentido seguir atados a ella. En el caso de que la relación se haya roto de forma definitiva por parte de ambos, lo mejor es cortar todo el contacto que te una a tu ex pareja. De lo contrario, solo conseguirás aumentar el sufrimiento.
Debemos llevar el duelo sin que nada interfiera en ello. En el momento en que caigamos en nuestra propia trampa y decidamos acercar posturas, el dolor puede ser inmenso. Es decir, sufriremos una recaída. Es mucho mejor evitar las tentaciones y, sobre todo, no mirar ni estar pendientes de sus redes sociales.
Puede que antes de ser pareja fuérais amigos. En ese caso, no quiere decir que no lo podáis volver a ser. Pero no al día siguiente de la ruptura. Cuando pase el tiempo y no te duela, podréis volver a recuperar vuestra relación anterior en el caso de que ambos estéis de acuerdo en hacerlo.
Tu gente, el mayor apoyo
No pases el duelo en solitario. Somos animales sociales por naturaleza, y esto quiere decir que es necesario estar rodeados de otros como nosotros para poder sobrevivir. Si después de una ruptura dolorosa te encierras en ti mismo y cortas relación con el resto del mundo, será mucho más complicado salir de ese pozo de tristeza.
Es altamente recomendable el tener contacto social con la mayor frecuencia posible. Sal, haz planes, recupera todo el tiempo que puedas con tus amigos y familiares. Poco a poco, conforme menos pienses en la situación, un día te levantarás y te darás cuenta de que todo aquello ha quedado atrás.
Otra buena idea es abrirse al mundo y contarle a tus familiares y amigos qué sientes. Si expresas tus emociones, te sentirás mucho mejor a corto plazo. Cuando hablamos con otros sobre cómo nos sentimos o les contamos qué pensamos, haremos que esa emoción de malestar disminuya en poco tiempo.
Estar triste tras una ruptura es lo más normal
No, no debemos crear una vida nueva y no enfrentarnos a lo que nos ha pasado. Es muy normal estar triste y, de hecho, también es necesario. No intentes ir por el camino sencillo y bloquear qué y cómo te sientes. Tienes completa libertad para estar triste, sentirte decepcionado, mostrarte ansioso, etc.
Luchar contra las emociones no es el camino. Debemos pasarlas todas y, mientras lo hagamos, aceptar que este sí es el camino normal. A pesar de cómo te sientas, es preferible que sigas con tu vida. Esto ayudará a paliar el malestar que sientas.
La clave de la regulación emocional llega cuando, a pesar de sentirnos mal, somos capaces de continuar y seguir hacia delante. No nos debemos convertir en quienes no somos. Con el paso del tiempo, nuestras emociones se regularán y podremos volver a sentirnos como antes.