En plena «nueva normalidad» aún no nos podemos relajar. Y menos si se trata de la salud y elementos nocivos añadidos como el tabaco. Si hace apenas dos meses escasos que desde la Asociación Nofumadores.org exigía la prohibición inmediata del humo en todas las terrazas de los bares por considerar urgente tomar medidas como que su lucha contra el coronavirus debe incluir una progresiva desnormalización del tabaco, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) refuerza esta idea al recomendar no fumar en las terrazas y espacios públicos durante la desescalada, al considerar que son espacios en los que el riesgo de contagio aumenta tanto para los fumadores como para las personas del entorno.
De esta forma, desde ambas instituciones se preguntan el hecho de cuántos casos se habrán agravado, incluso, hasta la muerte, por fumar.
2Manipulación de la mascarilla al mismo tiempo que los cigarrillos
La manipulación de la mascarilla de protección y contacto repetitivo de los dedos con la boca tras tocar productos, ya sean cigarrillos convencionales o electrónicos, o bien utensilios como las pipas de agua, podrían actuar como fómite (transmisor inanimado) del virus.
Esto, según la OMS provoca la progresiva expulsión de gotitas respiratorias, que pueden contener carga viral y pueden ser altamente contagiosas.