El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha querido dejar claro este viernes que no le gustan los insultos, ya que además los sufre «más que casi todo el mundo», y ha explicado que lo que quiso trasladar en su comparecencia en Moncloa del pasado martes, en la que fue a su parecer «enormemente claro», es que los personajes públicos están «sometidos a una realidad» en las redes sociales, «que es el insulto».
«¿Eso quiere decir que a mí me parece bien el insulto? Evidentemente, no. ¿Eso quiere decir, como han señalado algunos, que Iglesias insulta desde La Moncloa? Pero qué barbaridad, si lo que yo estoy diciendo es que a mí no me gustan los insultos a nadie, pero que en una sociedad democrática, el insulto va a estar ahí en las redes sociales», ha denunciado en declaraciones a los medios en Durango (Vizcaya), tras reunirse con la candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi.
De esta forma, el líder de Unidas Podemos ha criticado a quienes, a su juicio, han sostenido que dijo cosas que no fueron las que dijo, y que han quedado en «un lugar complicado», sobre todo porque él fue «enormemente claro», según ha defendido. «Hay un enorme contraste con lo que yo dije. Están los vídeos ahí», ha apostillado.
NORMALIZAR LA CRÍTICA
«Pues claro que hay que normalizar la crítica. Claro que todos los que estamos en una posición de exposición pública, seamos políticos o grandes generadores de opinión, estamos sometidos a una realidad, que a mí no me gusta, y que creo que sufro más que casi todo el mundo, que es el insulto», ha afirmado este viernes.
En la rueda de prensa del martes tras el Consejo de Ministros, Iglesias afirmó que «hay que naturalizar que en una democracia avanzada, cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidad en una empresa de comunicación o en la política, lógicamente están sometidos tanto a la crítica como al insulto en las redes.
Al respecto, Iglesias ha defendido que eso no quiere decir que a él le parezca bien el insulto, sino que «en una sociedad democrática, va a estar ahí en las redes», y que para los casos en los que «se pasa de madres», existen mecanismos jurídicos como las demandas civiles, para quien considere que su honor debe ser restituido.
Sobre las críticas a sus declaraciones por parte de algunos miembros socialistas del Gobierno, como las de la ministra de Defensa, Margarita Robles -quien le reprochó estar justificando los insultos-, Iglesias ha afirmado que él no critica en público a otros ministros, porque «no es su estilo.
«Lo que tenga que decirle a la señora Robles se lo diré en privado, o lo hablaré con el presidente del Gobierno, pero de mí no van a encontrar ninguna declaración en público criticando a compañeros del Gobierno», ha concluido.