Cada cierto tiempo, ya sean los animalistas o los ardientes defensores de la lidia del toro retoman el debate sobre los festejos taurinos. ¿Es un arte? ¿Es una aberración? En un momento crítico para muchos sectores, también el taurino, quizás sea adecuado realizar una reflexión profunda sobre lo que suponen las corridas de toros tanto para quienes las defienden como un modo de vida como para quienes encuentran en el acto del toreo una forma de maltrato animal. ¿Con qué argumentos defienden las corridas de toros los taurinos? ¿y los antitaurinos?
En pleno proceso de debate sobre la futura e hipotética ley animal, comprometida por el Gobierno para esta legislatura, podría hacerse extensible la polémica que existe en torno a las corridas de toro a la cualquier otra cría de ganado cuyo fin sea la muerte y aprovechamiento. ¿Es igualmente aberrante criar ganado para convertirlo en carne? ¿Criar perros para caza o para las carreras es igualmente reprochable? ¿Son seres sintientes, como postulan los animalistas?
3ENSAÑAMIENTO INJUSTIFICADO
El toro sufre en la corrida. Eso es un hecho, puesto que las diversas fases de la lídia incluyen picadas para debilitar y exacerbar al animal al mismo tiempo. Aunque los taurinos quieran obviar este elemento, ocurre. Ahroa bien, los antitaurinos inciden en que si fuera matado en el matadero, sufriría menos. ¿Es eso así? Dado que el animal es un ser que siente, y se tiende a la humanización del animal, y al ser seres inteligentes, en su medida, es muy posible que también sepan que van a un destino funesto, y por ello se resistan, en ocasiones, a subir a los camiones. Si son sintientes, y tienen cierto grado de inteligencia, asociada a la supervivencia, como en toda especie, cabría pensar que en todas las modalidades de muerte, hay sufrimiento, por lo que cualquier demora es un ensañamiento injustificado.