Cada cierto tiempo, ya sean los animalistas o los ardientes defensores de la lidia del toro retoman el debate sobre los festejos taurinos. ¿Es un arte? ¿Es una aberración? En un momento crítico para muchos sectores, también el taurino, quizás sea adecuado realizar una reflexión profunda sobre lo que suponen las corridas de toros tanto para quienes las defienden como un modo de vida como para quienes encuentran en el acto del toreo una forma de maltrato animal. ¿Con qué argumentos defienden las corridas de toros los taurinos? ¿y los antitaurinos?
En pleno proceso de debate sobre la futura e hipotética ley animal, comprometida por el Gobierno para esta legislatura, podría hacerse extensible la polémica que existe en torno a las corridas de toro a la cualquier otra cría de ganado cuyo fin sea la muerte y aprovechamiento. ¿Es igualmente aberrante criar ganado para convertirlo en carne? ¿Criar perros para caza o para las carreras es igualmente reprochable? ¿Son seres sintientes, como postulan los animalistas?
2ES UNA TRADICIÓN
Lo que no pueden negar los antitaurinos es que existe una larga tradición en España de festejos taurinos. Forma parte de nuestro pasado. Por mucho que se quiera olvidar o cambiar, es una parte de la cultura popular, y el respeto a los intereses de unos y otros debe primar por encima de la dictadura de lo individual. Que es agresiva, lo es; que también difunde valores de respeto por el animal, también. Del mismo modo que un ganadero cuida a sus ovejas o una persona adora a su perro, el empresario del toro y el torero sienten respeto y admiración por el animal.