Lo sabemos. La mascarilla es un complemento imprescindible, indispensable y necesario este verano. Y no podemos prescindir de él mientras no podamos garantizar los casi dos metros y medio de distancia de seguridad entre el resto de las personas. La vuelta a «nueva normalidad» es lo que tiene, cosas y cambios nuevos, inesperados, y el hecho vivir en una incertidumbre a que el virus rebrote e irrumpa sin saber de qué forma en nuestras vidas.
Y entre esos cambios está el de llevar siempre y en casi todo lugar la mascarilla. Un accesorio que ya puedes encontrarlo de varios colores, tamaños, diseños y características diferentes, sí, pero no que por ello signifique que continúe siendo molesta e incómoda de llevar, sobre todo si en la calle hace 40 grados.
5Limita el tiempo de uso de la mascarilla
Para minimizar su incomodidad, puedes limitar la cantidad de tiempo que necesitas para usarla. Según el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las mascarillas deben usarse en áreas públicas donde es difícil mantener la distancia física, como en tiendas o supermercados. Si sabes que no podrás evitar a otras personas, considera el hecho de quedarte en casa unos días.