Con el verano encima parece que llegamos un poco tarde al tema de las dietas ¿no? Pues no, nunca es tarde si la dicha es buena. Y es cierto que si vamos a empezar ahora nuestro tipo no será el ideal, pero que algo mejor estaremos también. Lo que es ideal es que demos con la dieta ideal, esa que va con nuestra forma de ser – y comer – para que no nos cueste la vida y consigamos ser constantes. ¿Has oído hablar de la dieta flexible? Si eres de los que no puede prescindir de la carne, esta es tu dieta. Te contamos a continuación en qué consiste.
5La dieta no debe ser un castigo
La dieta flexible persigue que estés bien a nivel físico, pero también a nivel emocional. Antes de adelgazar, lo que preocupa a los seguidores de esta dieta es crear hábitos saludables, centrarte en tu calidad de vida. No se trata de castigarse comiendo cosas que no nos gustan, sino de comer conociendo lo que comemos y lo bueno (o malo) que esto es para nuestro organismo y para mantener los kilos a raya. Disfruta de lo que comes, mantente activo y persigue tus objetivos sin sufrir o tener ansiedad, esa es la clave para que mantengas esta dieta en el tiempo y no abandones a la primera de cambio.