¿Te lo has preguntado alguna vez? Con el verano encima en todo su esplendor, es probable que hayas notado un aumento en tu deseo sexual. La temporada estival es ese tiempo de descanso que todos nos merecemos. Comenzamos a preparar con ilusión nuestras vacaciones, sí, pero también es el momento de hacer frente al calor. ¿Por qué, entonces, relacionamos el verano con el sexo?
Es un momento en el que estamos desinhibidos, mucho más propensos a conocer gente y, por qué no, también a ligar. Las aplicaciones e Internet dan paso a las relaciones personales, pues todos buscamos salir escapando de las altas temperaturas de nuestros hogares. Todo ello hace que, según tenemos previsto, sea la época más sexual de todo el año. ¿Es esto realmente así o, por el contrario, se trata de una leyenda?
Se dice que el calor llama al calor, por eso, cabe preguntarse: ¿En invierno o en verano? La época en la que tenemos más ganas de sexo.
El calor aumenta nuestro deseo sexual
Algo que todos usamos en el lenguaje, el cual es muy importante a la hora de relacionarnos con los demás, es definir nuestro estado como «caliente» cuando tenemos ganas de sexo. El interior de nuestro cuerpo se pone en funcionamiento y aporta esa sensación, que tiene origen biológico pero que todos sabemos reconocer cuando alguien se refiere a ella.
Nuestras hormonas hacen todo el trabajo en el momento en que se nos despierta el deseo sexual. Es por eso que este está tan relacionado con el calor. Si ya se encuentra en el exterior, es mucho más sencillo ayudar a nuestro organismo a comenzar con el proceso, avanzando hacia lo que conocemos como deseo.
El calor lo podemos entender como un fenómeno físico, cuando estamos en una sauna, por ejemplo, lo sentimos en cada poro de la piel. Por eso, cuando lo relacionamos tanto con el verano, sin lugar a dudas es la época del año en la que más aumentan las temperaturas, puede que nos encontremos por el camino con diversos factores que contribuyan a aumentar nuestras ganas de sexo.
Factores que contribuyen a que tengamos ganas de sexo en verano
Como decíamos, existen otros factores, relacionados con el calor, que contribuyen a que el verano se erija como la época del año en la que más ganas tengamos de mantener relaciones sexuales. Por ejemplo, los días tienen una duración mucho mayor que en el resto de estaciones. La luz solar hace que tengamos mucha más energía y, por tanto, una predisposición mayor a buscar interacción con otros y encontrar el placer.
Además, es la temporada que coincide con el período de vacaciones por excelencia. Esa sensación de libertad y de querer pasarlo bien durante estos meses contribuye también a que estemos mucho más receptivos y más abiertos a entablar una relación con alguien más, aunque sea para pasar un buen rato.
También es el momento del año en el que más relajados estamos. Las obligaciones son menores e, incluso en ocasiones, puede que ni siquiera existan. Todo esto hace que deseemos aumentar las interacciones sociales, que pueden terminar, por supuesto, en una interacción sexual.
Por contra, el número de embarazos disminuye
Estamos despreocupados, más abiertos, y buscamos relaciones. Sin embargo, de acuerdo a los análisis de los expertos, lo cierto es que el verano es la época del año en la que menos embarazos se producen, al menos en España. En nuestro país, estos llegan en el período otoñal. Es decir, en los meses de septiembre, octubre y noviembre.
Existen explicaciones científicas que corroboran estas investigaciones. La calidad del esperma suele disminuir en el período estival debido al exceso de calor que hay en el ambiente. En definitiva, el verano es para disfrutar de la vida y el sexo. Tenemos tiempo libre, mucha luz y es muy sencillo entablar relaciones con otras personas. Pero, eso sí, debemos tener en cuenta, al igual que existen muchos pros, algunos contras que nos pueden echar para atrás si buscamos algo determinado, como un bebé.
Los espermatozoides necesitan temperaturas más bajas que la corporal para poder moverse con facilidad y calidad. A pesar de lo que podamos pensar, tampoco nos podemos descuidar. De hecho, con lo que sí debemos tener cuidado, por muchas ganas que tengamos, es con las enfermedades de transmisión sexual. A veces hay mucha prisa por buscar el placer y eso nos puede distraer. Mejor ser cuidadosos y tenerlo todo siempre bien atado. Disfrutar siempre, pero siempre con cabeza, tanto en verano como en invierno.
La mejor época para tener sexo
A pesar de que, si pensamos en tener un hijo, el verano no es la mejor época del año para tener sexo, sí lo es por muchos otros factores. Debido a que nos olvidamos de las obligaciones que nos atan el resto del año y podemos tener más calma y tranquilidad, es una oportunidad única para mantener relaciones sexuales calmadas, sin prisa, dedicándonos el uno al otro y buscando el puro placer.
Aunque el verano se lleva la palma, es cierto que todas las épocas del año cuentan con sus propias ventajas a la hora de tener sexo. Hay personas, de hecho, que no soportan mantener relaciones con el calor agobiante del período estival. El sudor, la sensación de agobio, el posible olor del cuerpo, etc. Todo ello son cosas que alguna gente puede llegar a detestar y, por tanto, no terminan de disfrutar del todo una relación en pleno verano.
Sí es probable que sientan deseo, debido a que este aumenta por una cantidad de factores que ya hemos mencionado. Sin embargo, cuando llega el momento de la verdad, la práctica no les parece tan buena idea. Hay personas, por tanto, que necesitan regular la temperatura y precisan que tanto la de su cuerpo como la del ambiente se encuentren en sintonía. Entre el verano y el invierno, sin duda el deseo aumenta en verano y por eso es la época donde el sexo florece. Eso sí, no es para todas las personas igual.