Con la llegada del verano y tras el confinamiento muchos se han propuesto o están en ello: perder esos kilos de más. Sin embargo no siempre se logra. Hay casos en que por más que te esfuerzas no pierdes peso, o muy poco, o muy lentamente. Es una queja común: «Estoy a dieta, como poco y no adelgazo». ¿Por qué ocurre? Vamos a darte las claves y cómo reforzar tu rutina para conseguir los resultados.
También ha saltado el debate de la influencia del confinamiento. Al parecer eses sedentarismo extremo puede haber provocado cambios metabólicos nada favorables a una posterior dieta. Por otro lado hay que tener en cuenta que cada cuerpo es un mundo y su metabolismo es muy particular, con lo que hay que adaptar la dieta: en cada caso qué comer, cómo comerlo y cuándo comerlo.
4Hacer ejercicio, pero qué y cómo
Combinar ejercicio con la dieta es básico, pero igual tu problema es que el ejercicio que estás haciendo o cómo lo haces no es lo efectivo que debería ser. Si no hay una buena flexibilidad metabólica y una masa muscular adecuada, el cuerpo no podrá quemar la energía que ha obtenido de los alimentos. Por eso, las personas con baja masa muscular tienen más problemas para perder grasa, y aumentar músculo debe ser el objetivo. Igual en tu caso no te servirá de nada salir a correr media o una hora, o la típica clase de zumba.
Prueba a hacer ejercicios de fuerza más que de resistencia. Son los que más se queman calorías y esa grasa que se resiste a desaparecer. Se aconsejan los de alta intensidad, 3-4 días a la semana (con descanso entre ellas), para elevar el metabolismo basal y así quemar calorías no solo al entrenar sino también después. En cambio, si solo haces resistencia (cardio), el cuerpo entiende que tiene que reservar, con lo que no cambia tu metabolismo y encima pierdes masa muscular.