El Pleno del Senado ha dado este miércoles el visto bueno a las declaraciones de actividades presentadas por 138 senadores y ha autorizado a 59 de ellos a tener otra tarea al margen de la parlamentaria como alcaldías y concejalías, el ejercicio de la abogacía por cuenta propia, dar clases, escribir libros y participar en tertulias.
Los senadores están obligados a comunicar a la Cámara cualquier otra actividad que pretendan mantener además del trabajo parlamentario, que es incompatible con otros trabajos. No pueden cobrar otro sueldo público y si quieren mantener alguna actividad privada, no pueden contratar con el sector público ni aprovecharse de su situación de senador, y esa otra labor no puede «suponer menoscabo de la dedicación absoluta a las tareas parlamentarias».
Con estos criterios, la Comisión de Incompatibilidades ha revisado las declaraciones de casi la mitad de senadores y está pendiente de hacerlo con otros 127. La legislatura arrancó en febrero pero el cierre del Senado por el estado de alarma ante el coronavirus interrumpió este trabajo, que se ha reanudado ahora. Todas las declaraciones se publicarán en la web del Senado una vez aprobadas.
De los 138 casos revisados, 59 declaran tener otra actividad; entre ellos hay 18 con cargo en ayuntamientos o parlamentos autonómicos (sólo cobran un sueldo público) y varios tienen también un puesto orgánico en su partido, como la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y el tesorero nacional del PP, Sebastián González.
DIVERSAS ACTIVIDADES
También es habitual que sus señorías participen en conferencias, cursos, tertulias y similares, o sean profesores universitarios, actividades que tienen que comunicar a la Cámara. Además, una decena de ellos mantiene un despacho de abogado por cuenta propia y ha recibido permiso del Senado para ello. Es el caso de los ‘populares’ Salomé Pradas (portavoz adjunta del PP en el Senado), Rafael Hernando (secretario tercero de la Mesa del Senado), Fernando Martínez-Maillo o Luis Rogelio Rodríguez Comendador. También, de los socialistas Javier Ruiz de Diego y Francisco Fajardo.
Destacan tres senadores que compatibilizan el escaño con otro puñado de asuntos. Es el caso de Francisco José Fernández Pérez (PP), senador por Ourense, alcalde de Leiro, presidente de dos mancomunidades (Concellos do Ribeiro y Terras do Avia), presidente del Grupo de Desenvolvimiento Rural GDR-12 y además farmacéutico titular y propietario de oficina de farmacia.
También declara media docena de actividades el también ‘popular’ José Ignacio Landaluce, senador electo por Cádiz, alcalde de Algeciras,miembro de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Presidente de la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos ASECEMP (sin remuneración), médico y gerente «de centros médicos privados sin concierto oficial», según consta en su declaración.
Santiago José Castellà Surribas, senador del PSC, además de parlamentario dirige un máster universitario, es miembro del patronato de cuatro fundaciones privadas sin remuneración (Trencadis, Ferrer i Guàrdia, Carmen Chacón y Pro-Real Academia Europea de Doctores) y da conferencias y seminarios.
Entres los senadores cuyas declaraciones se han revisado están los portavoces de varios grupos parlamentarios pero sólo uno declara otra actividad, Josep Lluís Cleries (Junts per Catalunya), que preside el patronato de una fundación privada, Cassiá Just, que ofrece salidas laborales a personas con enfermedades mentales y en riesgo de exclusión social.
Cabe señalar que en este grupo sólo hay un senador que declare una actividad del sector agrario. Es el ‘popular’ Miguel Ángel Viso Diéguez, electo por Ourense, secretario del Colegio de Ingenieros Agrícolas de Ourense y viticultor en la Denominación de Origen Ribeiro.