Cuántas veces te ha pasado que empiezas a comer un alimento con la – sana – intención de comer sólo un poco y acabas comiéndotelo entero… El chocolate o el helado por ejemplo son de esos alimentos adictivos, que por una razón u otra, y aunque nos propongamos no comer en exceso, no podemos evitar devorar en grandes cantidades. La mayoría de estos alimentos adictivos son productos procesados con un alto contenido de azúcar y grasas, y esto, entre otras cosas es lo que provocaría que no puedas dejar de consumirlos.