martes, 26 noviembre 2024

Encarnación Burgueño, el «dedazo» de Ayuso que le ha puesto una diana en la frente

  • Encarnación Burgueño se encargó de gestionar la atención sanitaria en las residencias de ancianos.
  • Han fallecido más de 6.000 ancianos en las residencias de la Comunidad de Madrid.
  • La oposición ha saltado contra Díaz Ayuso por la gestión de las residencias y piden su dimisión.
  • Llega la desescalada y ya empiezan a conocerse detalles de cómo se gestionó la pandemia en los rincones de España. Sin embargo, lo ocurrido en la Comunidad de Madrid, una de las autonomías más golpeadas por el coronavirus y donde más cantidad de ancianos han fallecido en residencias (más de 6.000), ha dejado a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en una situación muy comprometida. Tanto, que incluso ya se habla en el seno de la oposición de moción de censura, especialmente tras conocerse los detalles de la «operación Bicho», desvelada en exclusiva por El País. Según esta información, el plan de gestión de Ayuso fue tan chapucero que hay quien en la oposición lo considera como motivo de dimisión. Pero Díaz Ayuso, por el momento, no se plantea mover ni un dedo para asumir responsabilidades.

    En este caso, quien ha comprometido la gestión de la presidenta de la Comunidad de Madrid es Encarnación Burgueño (la hija del «privatizador de la sanidad madrileña), a quien Ayuso encomendó la gestión de las residencias de ancianos. Mientras ella intercambiaba correos con los suyos presumiendo de lo bien que estaba resultando su forma de proceder, 1.130 mayores de geriátricos fallecían en marzo por la covid-19. Es por eso que leer los correos pone a más de uno la piel de gallina si se tiene en cuenta el contexto. Burgueño había apostado por atender a los ancianos directamente en las residencias, y ya se conoce de forma aproximada el resultado: Más de 3.000 mayores murieron en residencias de Madrid mientras duró la fallida “medicalización” dirigida por Encarnación Burgueño.

    «Llevamos en torno a 8.700 abueletes vistos. ¿Sabéis lo que es eso? ¿el curro que habéis hecho? En una semana… Flipo colorines. Como sigamos así nos vamos a hacer los reyes y los amos de la gestión sociosanitaria de Madrid comunidad autónoma. ¿Vale? flipo. Sois geniales. Vais a hacer que mi sueño se consiga, que es trabajar en el mundo sociosanitario. Tener mi propia empresa», afirmó Burgueño en un correo un 4 de abril.

    No solo la idea de atender a los ancianos en las residencias, que de por sí no era mala, fue un fiasco, sino que las declaraciones vertidas en El País dejan claro que nadie aplicó realmente una atención sanitaria completa en los geriátricos. De hecho, en las grabaciones se detalla que incluso Burgueño llega a sugerir a los sanitarios que acudieran sin EPIs a visitar y a atender a los ancianos infectados por Covid. «Se necesita apoyo moral. Necesitan aliento, que vayáis aunque sea sin equipo», detallaba la hija del ex director general de hospitales de la Comunidad, Antonio Burgueño.

    Ante todo esto, la oposición ha sacado las garras y no ha perdido la oportunidad de solicitar la cabeza política de Ayuso. Es evidente que la chapuza liderada por Burgueño, quien a su vez fue puesta en esa posición por la presidenta, exige una respuesta clara. Más después de los emails y de toda la información, incluidos audios, desvelados por El País. Y la oposición no piensa soltar el hueso.

    Desde el PSOE, Más Madrid y Podemos piden la cabeza política de Ayuso. Si ya había dudas sobre lo mal que se habían gestionado las residencias de ancianos, ahora la presión se ha elevado. Y si la oposición ya se planteaba llevar adelante una moción de censura, con esto hay más motivos.

    Por su parte, Burgueño se ha negado a hacer cualquier tipo de declaraciones respecto a lo ocurrido. Mientras tanto, la oposición se recrea en sus inoportunos mensajes, en sus desafortunadas expresiones y en sus salidas de tono para atacar al Gobierno de Díaz Ayuso. Y más si se tiene en cuenta que algunos relacionan el puesto que consiguió en el seno de la administración pública por ser hija de quien es considerado como el artífice de la privatización de la sanidad madrileña.