El gazpacho, el salmorejo e incluso la vichyssoise son sopas frías ideales para cuando las temperaturas empiezan a apretar. Son recetas estupendas porque son refrescantes, saludables y normalmente muy fáciles de preparar. Hoy sin embargo, queremos centrarnos en otro de los platos veraniegos, quizás un poco más desconocido, el ajoblanco. Reúne los mismos requisitos, es rápido, saludable, y está muy rico especialmente si se sirve muy fresquito. Te contamos cómo se prepara a continuación.
4La guarnición
También la guarnición del ajoblanco varía mucho dependiendo de la zona, aunque si es cierto que donde hay más acuerdo es en el de añadirle uvas de moscatel – especialmente en Málaga, claro. Pero le podemos añadir muchos otros ingredientes como la manzana, el melón, el jamón o incluso un poco de queso de cabra. En todo caso, siempre se le añade un chorrito de aceite para darle gracia y no le queda mal un poco de pimentón o algo que rompa el dulzor.