Rápido, saludable y fresco para el verano: así se hace un verdadero ajoblanco

El gazpacho, el salmorejo e incluso la vichyssoise son sopas frías ideales para cuando las temperaturas empiezan a apretar. Son recetas estupendas porque son refrescantes, saludables y normalmente muy fáciles de preparar. Hoy sin embargo, queremos centrarnos en otro de los platos veraniegos, quizás un poco más desconocido, el ajoblanco. Reúne los mismos requisitos, es rápido, saludable, y está muy rico especialmente si se sirve muy fresquito. Te contamos cómo se prepara a continuación.

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Como se hace

Como hemos dicho, el número de recetas de ajoblanco es muy variado dependiendo de la zona geográfica en la que se realice. Vamos a centrarnos entonces en la receta malagueña que parece ser la más original. Lo primero es poner el pan en remojo una media hora. A continuación pelamos las almendras y las metemos junto con el resto de ingredientes en la batidora hasta que el líquido emulsiona. Tenemos que llegar a obtener una sopa homogénea y ligeramente cremosa. Nos faltaría la guarnición.