El expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet ha ingresado la tarde de este jueves en la cárcel Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), para cumplir la condena por su papel en el desfalco de la institución musical entre 2000 y 2009, ha informado la Conselleria de Justicia de la Generalitat.
Millet ha entrado en prisión, de forma voluntaria en el último día en que podía hacerlo para cumplir la pena de 9 años y 8 meses de prisión por cuatro delitos distintos de malversación y apropiación indebida, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Pública.
La Audiencia fijó este jueves 25 como límite para el ingreso en prisión también para el exnúmero 2 de Millet en la época, Jordi Montull, y para el extesorero de CDC Daniel Osàcar –el primero ingresó el lunes y el segundo la tarde de este jueves–, después de que el Tribunal Supremo (TS) confirmara la sentencia del caso Palau, que ahora es firme, y que condenó a un total de 12 personas a penas de entre ocho meses y nueve años y ocho meses de prisión.
Los tres principales condenados por el caso de desvío de fondos del Palau están condenados por delitos como malversación, apropiación indebida, tráfico de influencias, falsificación en documento mercantil y blanqueo de capitales.
La Sección 10 de la Audiencia de Barcelona condenó al expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet a 9 años y ocho meses de prisión y a su mano derecha, Jordi Montull, a 7 años y medio de prisión por el saqueo de la entidad musical, que cifró en 23 millones de euros, unas penas confirmadas por el Tribunal Supremo.
Tras un juicio de cuatro meses y medio, con 16 acusados y una cincuentena de sesiones, el tribunal reconoció la utilización del Palau de la Música entre 2000 y 2009 en un «entramado que permitía el cobro de comisiones ilegales a través de obra pública», y considera probado que Fèlix Millet y Jordi Montull cometieron tráfico de influencias para obtener ganancias.
El entramado puesto en marcha «permitió el destino ilegal de más de 23 millones, el desvío para fines privados de cantidades millonarias, el pago de comisiones a CDC, el pago de facturas por servicios no prestados, la presentación de recibos por pagos no correspondientes» y fraude a Hacienda.
INGRESO A PRISIÓN PESE A PEDIR EL INDULTO
Millet y Osàcar han pedido el indulto, aunque la Audiencia de Barcelona les ha denegado suspender el ingreso en la cárcel hasta que se tramite la petición a los dos, tal como ellos reclamaban.
Precisamente la Audiencia de Barcelona emitió la desestimación de Millet el pasado 17 de junio, en un auto donde los magistrados relataban que la Fiscalía, la Abogacía del Estado y el resto de acusaciones se oponían a su petición.
Consideran que las enfermedades que alega Millet y su edad «no son un impedimento para su ingreso en prisión», y la misma Sala también desestimó los recursos de súplica de Millet y de Osàcar, que pidieron suspender la entrada en prisión por motivos de salud.
Al oponerse a suspender la prisión hasta resolver el indulto, la Fiscalía Anticorrupción destacó la gravedad del caso al tratarse de un delito grave cometido de forma continuada durante diez años, por lo que considera que «supondría un absoluto desprecio a los intereses generales y al erario público» suspender la entrada en prisión.
Los que eran los principales responsables de la institución musical y el extesorero de CDC entran en la cárcel para cumplir condena cuando falta un mes para que se cumplan 11 años del primer registro policial en la sede del Palau de la Música por el desvío de fondos.
INGRESO EN PRISIÓN
Millet, al ingresar en prisión, ha sido sometido por los funcionarios de prisiones a un primer control de temperatura, a un registro y se ha confirmado su identidad.
Posteriormente, los profesionales sanitarios le han visitado y dando prevalencia a los criterios de salud, le han ingresado en la enfermería de la cárcel, igual como hicieron el lunes con Jordi Montull y este jueves con Osàcar.
El reglamento penitenciario fija un máximo de cinco días para acabar el procedimiento de ingreso, y el equipo de tratamiento se entrevistará con el interno para decidir la inclusión en el grupo que corresponda.
La junta de tratamiento tiene un plazo de dos meses para hacer una propuesta de clasificación inicial, a partir del estudio del caso por un grupo multidisciplinar, que después resolverá el Servicio de Clasificación de la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima de la Conselleria.