En diciembre de 2017, la criptomoneda más conocida, Bitcoin, pasó de valer unos pocos cientos de dólares (ya que el precio fluctúa bastante) a casi 18.000. Este boom llamó la atención de muchos inversores y arrastró a otra gran cantidad de criptomonedas (como Ethereum o XRP) hacia un crecimiento sin precedentes. La idea de un sistema monetario por cadena de bloques, incorruptible, sedujo a muchas personas que consideraron que éste sería el sistema del futuro. Sin embargo, tras esa explosión, el valor de todas las criptimonedas volvieron a rebajarse también de forma muy abrupta. Ahora, tras unos años de calma y de tímidas fluctuaciones, hay algunos expertos y gurús que advierten que una nueva ola de inversiones convertirá la criptomoneda en el nicho en el que ganar o perder grandes cantidades de dinero.
Actualmente en Bitcoin vale alrededor de 8.400 euros, muy lejos de esos 18.000 de los buenos tiempos. El Ethereum, otra criptomoneda con mucho recorrido, vale en torno a los 200 y otra de las más modestas y exitosas (con la que incluso el banco Santander trabaja), el XRP, cuesta poco más de 0,15 céntimos. Todo esto hace que los valores de las criptomonedas sean un atractivo caos para quienes quieran invertir, pues no son nada estables, pero que amenacen con convertirse en la divisa del futuro.
El inversor de capital de riesgo y fundador de Draper Associates, Tim Draper, ha asegurado en la CNBC que el precio de Bitcoin alcanzará los 250.000 dólares en 2022 o 2023. Y como él, hay otros que consideran que las criptomonedas alcanzarán unos valores desorbitados en cuestión de unos pocos años. Hasta la física cuántica de mano de los ordenadores de último modelo advierte de que el Bitcoin volverá a subir. Y con él, otras criptomonedas que presentan proyectos similares.
Adam Back de Blockstream ha afirmado que la impresión de dinero ilimitada llevará a los inversores hacia Bitcoin y esto elevará el precio hacia los 300.000 dólares en cuestión de cinco años.
Bitcoin aspira a convertirse en un valor refugio. Una moneda en la que invertir para que el dinero no pierda valor. Pero otras monedas, como XRP, aspiran a convertirse en una divisa de intercambio entre entidades bancarias que reduzca el cobro de comisiones y facilite la transparencia de las transferencias.
Proyectos hay miles, y cuando el Gobierno de España tantea la posibilidad de eliminar el dinero en efectivo deja entrever que las transacciones a nivel digital serán el futuro. Y no habrá alternativa, al menos en los países desarrollados. El Banco Santander ya trabaja con XRP y PayPal lleva tiempo planteándose incluir Bitcoin en sus transacciones. Algunas otras entidades se resisten a implementar el uso de las criptomonedas, pero lo cierto es que ya hay poderosas compañías que se han sometido y están apropiándose de este sistema para que no les pille desprevenidos en caso de que llegue esa esperada explosión.
Bitcoin, Ethereum o XRP son algunas de las monedas más conocidas y que aspiran a convertirse en una divisa de uso cotidiano en el futuro. Actualmente, el valor de estas criptomonedas se ha moderado, pero ya hay gurús del mundo de la inversión que consideran fundamental invertir en estos activos tan fluctuantes por ser el sistema de divisas que acabará con el actual.
UN MERCADO INESTABLE
Por el momento, las inversiones en criptomonedas son de riesgo. Puedes meter una gran cantidad de dinero y perderlo o hacerte millonario en cuestión de meses. La línea de beneficios o pérdidas fluctúa demasiado y esto hace que sea un activo muy atractivo para algunos y espantoso para otros como forma de inversión.
El Bitcoin ha hecho millonarios a muchas personas. Pero quienes invirtieron en la cúspide de los 18.000 dólares, perdieron mucho dinero. Lo mismo con otras criptomonedas como Ethereum (que llegó a superar los 1.000 euros) o XRP, que multiplicó su valor por mucho, pasando de costar céntimos a tres euros por moneda. Los analistas anteriormente mencionados tampoco parece arrojar estabilidad sobre el precio de estas monedas. Si Bitcoin pasa a costar, como dicen, cientos de miles de euros, esto llevará a muchos a forrarse o a arruinarse. Pero en cualquier caso, se trata de un juego especulativo como cualquier otro.