Hace más de siete años que Masterchef apareció en nuestras pantallas y parece que, lejos de agotarse, el formato sigue vigente y goza tanto del favor de la audiencia como de un gran prestigio.
Año tras año, en su tres ediciones (anónimos, celebrity y junior), Masterchef vuelve a enganchar a millones de espectadores ante el televisor alcanzando cuotas de pantalla envidiables año tras año.
¿Cuál es el secreto del éxito? ¿A qué se debe que el programa parezca no agotarse? Pues probablemente, como sucede a menudo, no haya una sola causa sino la conjunción de varias. Por una parte, Masterchef ha sabido adaptarse a la nueva cultura televisiva de los reality shows. Es decir, Masterchef es un programa de cocina vale, pero es algo más. Las historias trascienden de los fogones a las historias personales, de superación y emoción de sus concursantes.
También es inevitable darle valor al jurado. La elección no ha podido ser más certera en términos televisivos. Jordi Cruz y Pepe Rodriguez haciendo de poli bueno, poli malo y Samantha Vallejo- Nágera como el punto intermedio. Sus controvertidas aportaciones a veces, le han dado un poco de «picante» al programa en las ocasiones en las que lo ha necesitado. De hecho, precisamente la figura del Jurado demostró su fuerza cuando Masterchef perdió a su presentadora. Eva González, se fue a La Voz y el programa no se resintió en absoluto.
También es cierto que la cocina y la gastronomía están en un momento óptimo de popularidad. Miles de personas dedican parte de su escaso tiempo libre a cocinar y a aprender técnicas culinarias que los acerquen a una cocina y vida slow frente a la rápida vida moderna. La comida es uno de los hobbies que más seguidores suma año tras año. Además, Masterchef asume su compromiso con la dieta saludable que es otra de las nuevas modas entre los consumidores.
TVE ha dejado claro desde siempre su apuesta por Masterchef. Para ello no duda en dotarla de un gran presupuesto y proyección contando para ello con la participación de los mejores chefs de nuestro país. Ferrán Adriá, Juan María Arzak, Paco Roncero… Son numerosos los rostros que año tras año pasan por las cocinas de Masterchef para acercar la alta cocina a los concursantes y a los espectadores.
Conscientes de que Masterchef es imbatible, también es cierto que la competencia no parece estar dispuesta a contraprogramar nada potente para las noches en las que los aspirantes a cocineros se enfrentan al veredicto del jurado. Las noches de los lunes, de momento, son de Masterchef.