La xerostomía o síndrome de boca seca es un desorden complejo que se caracteriza por la disminución de la producción de saliva, lo que provoca una sensación permanente de boca seca y, a veces, de quemazón, explican desde el Consejo General de Dentistas, que advierte de que ésta patología relativamente frecuente afecta, en España, a 1 de cada 10 adultos mayores.
«La saliva es esencial para mantener una boca saludable. Cuando el flujo normal se ve reducido pueden aparecer problemas para hablar, masticar y tragar los alimentos. Del mismo modo, aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades periodontales, caries y halitosis, puesto que la boca se vuelve más vulnerable a las bacterias», explica el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.
Entre las causas más frecuentes se encuentra el consumo de alcohol, que produce sequedad de las mucosas orales; ser fumador; padecer enfermedades como la diabetes, el Parkinson y la artritis, así como algunos procesos psicológicos como la ansiedad, depresión o anorexia nerviosa.
También existen algunos tratamiento como antihistamínicos, antidepresivos o contra la hipertensión arterial; además de la quimioterapia y radioterapia, de hecho es muy frecuente con estos tratamientos, hasta el 40 por ciento de los pacientes sometidos a quimioterapia padece el síndrome de boca seca.
El tratamiento contra la xerostomía incluye varias medidas que indicará el dentista según el diagnóstico del paciente. Algunas pautas frecuentes son la hidratación, bebiendo entre 2 y 3 litros de líquidos al día sin azúcares añadidos (agua o infusiones); evitar las bebidas que contienen cafeína; suprimir el consumo de alcohol y tabaco; mantener una higiene bucodental rigurosa; masticar chicles sin azúcares cariogénicos o chupar comprimidos de parecida composición; y utilizar enjuagues bucales sin alcohol para combatir bacterias y estimular la salivación.
En cualquier caso, «ante el primer síntoma de boca seca es muy importante acudir al dentista para tratar de forma precoz los trastornos asociados a este desorden, como la caries, candidiasis, úlceras, gingivitis, etc., y así mejorar el grado de confort del paciente», concluye Castro.