El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este miércoles que es víctima de una «causa general» basada en «fabulaciones» y el PP le ha pedido que deje el cargo por llevar «la mentira como divisa». «Dimita del banco azul», ha sostenido el principal partido de la oposición, recordándole que está «cada vez más cerca del banquillo» al aludir a una nueva querella contra él presentada en el Tribunal Supremo.
La reiteración para que Grande-Marlaska dimita la ha defendido en una interpelación en el Congreso la diputada del PP Ana Vázquez. En este sentido, ha adelantado que promoverán la próxima semana la reprobación del ministro del Interior, a quien ha acusado de una «incompetencia a la altura de su soberbia» por decisiones como el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos.
En el repaso a la gestión del ministro, también ha citado el cese como jefe de la UCO de Manuel Sánchez Corbí, el «informe manipulado» sobre la agresión a miembros de Ciudadanos en el Orgullo Gay, la gestión durante las protestas independentistas cuando se conoció la sentencia del 1-O o su «bronca» a los mandos por la investigación de los CDR.
La diputada del PP también ha mencionado el ‘delcygate’, cuando, según ella, «envió» al aeropuerto a su compañero José Luis Ábalos, ministro de Transportes, para recibir a la «torturadora» vicepresidenta de Venezuela en un viaje que ha relacionado con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
«Hay que tener valor», le ha contestado Grande-Marlaska a la diputada del PP, afeándole su «intervención sectaria con hechos manipulados» y sin interesarse de medidas como la equiparación salarial que era «humo» cuando llegó a Interior o la tasa de reposición de policías y el plan de infraestructuras.
Además, Grande-Marlaska se ha remitido a la comisión de investigación en el Congreso que determinó que hubo uso partidista de la Policía en la etapa de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior. Según él, cuando deje su cargo estará «orgulloso» de que «jamás» se le acusará de algo parecido.
ALUSIÓN A FERNÁNDEZ DÍAZ
Para Grande-Marlaska, la conocida como ‘policía política’ es el «gran legado de la política de seguridad del PP», aunque añadiendo que lo anterior es «con independencia de valoraciones del más allá», en una velada mención a declaraciones de Fernández Díaz como las recientes en las que confesó que el Papa Benedicto XVI le había dicho que el diablo quería destruir España. «Ni usted ni ningún parlamentario de la derecha o de la extrema derecha es portavoz de la Guardia Civil», ha sostenido.
Tras un cruce de reproches sobre la defensa de la interpelación por parte de Ana Vázquez, en lugar de Cayetana Álvarez de Toledo –que ha intentado sin éxito intervenir por alusiones desde su escaño–, la diputada del PP ha defendido que Grande-Marlaska «ha perdido toda legitimidad» porque es «una trituradora de la verdad».
En este sentido, se ha remitido a las quejas de asociaciones de jueces y fiscales, así como la «unanimidad» mostrada por organizaciones representativas de guardias civiles que critican la gestión de Grande-Marlaska después de que se produzca un «hecho sin precedentes» como que dimita un director adjunto operativo (DAO) tras el cese de Pérez de los Cobos.
«MENTIRA, INSULTO E INFAMIA»
Vázquez ha reprochado a Grande-Marlaska que hablara de fábulas y se ha remitido en varias ocasiones a una querella presentada en el Supremo, según adelantan este mismo miércoles varios medios de comunicación. «Lo sabe o se está enterando por esta diputada?», le ha preguntado.
El ministro ha resumido la oposición del PP en «mentira, insulto e infamia», lo que ha dicho que lamenta porque le aleja del «encuentro» con el Gobierno que se podría vislumbrar en los últimos días para acercarle «a la extrema derecha de VOX.
Grande-Marlaska se ha dirigido a los «señores de la derecha» para sostener que no va a cejar en su estrategia para «modernizar el modelo de seguridad en términos de profesionalidad, objetividad y neutralidad política», destacando que la Guardia Civil por primera vez tiene al frente a una mujer, María Gámez, de «altísima cualificación profesional y personal» y una cúpula de mando renovada de forma «natural» y que representa los «mejores valores».