Expertas reunidas en el seminario web ‘El papel de las enfermeras gestoras durante la Covid-19’, organizado por la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), han defendido el papel que han jugado estas profesionales en la crisis generada por el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
Y es que, tal y como han comentado, la pandemia ha requerido la implicación en primera línea de profesionales sanitarios capacitados para reorganizar recursos, para tomar decisiones urgentes desde la serenidad y la prudencia, y para buscar fórmulas que permitiesen resolver problemas complejos disponiendo de escasos recursos.
«Hemos demostrado estar a la altura de las circunstancias. Y no solo hemos destacado por nuestra alta capacidad de resolución de problemas y de gestión de recursos; también por nuestra privilegiada posición en el ámbito de los cuidados, lo que nos ha permitido identificar y abordar problemas, y prever escenarios. Esta realidad ha permitido dejar de manifiesto que el sistema sanitario debe sacar más rendimiento de las enfermeras», han aseverado.
Asimismo, la vocal de ANDE en Galicia y directora de enfermería en el Área Sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte, María Jesús Pérez Taboada, ha comentado que la enfermera gestora de Atención Primaria ha tenido un papel fundamental tanto con los pacientes con Covid-19 como con el resto de pacientes que seguía ahí, como es el caso de los pacientes crónicos y los pacientes con problemas urgentes.
«Hemos redoblado y multiplicado la labor de vigilancia y acompañamiento asistencial, funciones que son el eje de nuestros cuidados en una situación normal. Pero, además, hemos participado en decisiones que han sido de gran ayuda: la coordinación con el hospital, lo que permitió rapidez de actuación; la creación de un centro de atención al profesional; y la apuesta por la teleasistencia», ha argumentado.
Del mismo modo, la vocal de ANDE y directora de Enfermería del Hospital Universitario 12 de Octubre, María Andión Goñi, ha explicado la experiencia desde su hospital. «Con los primeros casos de pacientes, se creó un Comité de Seguimiento con reuniones diarias y se desarrolló un Plan de Contingencia para adaptar los distintos dispositivos a la evolución de las necesidades asistenciales generadas por la pandemia», ha dicho.
En este sentido, ha desvelado que las nuevas necesidades de recursos humanos generados por la pandemia se han solventado reorganizando las plantillas en «tiempo récord» con los profesionales existentes y con nuevas contrataciones, reordenándolos en función de sus perfiles profesionales, creando equipos multiprofesionales, y realizando formaciones exprés junto con profesionales expertos, fundamentalmente en el ámbito de los servicios críticos.
«Esta reorganización no hubiera sido posible sin la participación de todos: desde los equipos de limpieza, suministros, ingeniería, equipos asistenciales y por supuesto, nuestras enfermeras gestoras, que en tiempo record, han hecho posible la adaptación del hospital, siendo a su vez referentes y apoyo emocional de sus colaboradores», ha añadido.
Además, la exsubdirectora de Enfermería del Hospital Río Hortega de Valladolid y vocal de ANDE por Castilla y León, Araceli Tejedorse, ocupó de dirigir un hospital de campaña, ha señalado que, en lo que respecta a la organización sanitaria, se ha aprendido lo necesario que es planificar y adecuar la formación enfermera a estas nuevas necesidades emergentes.
LOS RECURSOS DE LAS ENFERMERAS GESTORAS HAN FACILITADO EL CAMINO
Por su parte, la vicepresidenta primera de ANDE, Mercedes Ferro, ha señalado que en esta transición hacia la normalidad, los recursos de las enfermeras gestoras facilitaron el camino. «El modelo sociosanitario tiene que cambiar. El modelo ideal en estos centros sería que hubiera una enfermera gestora a cargo de esa gestión. Este perfil profesional demuestra cada día habilidades muy necesarias en los lugares de vida de personas mayores como es saber trabajar en equipo, tener una visión global de las organizaciones sanitarias y sociales, abordar el cuidado desde el máximo respeto a las necesidades de las personas y a sus proyectos de vida y por último ser expertas en gestión de situaciones muy diferentes incluso cuando los recursos son muy limitados», ha detallado.
Estas cuatro enfermeras se están para un posible rebrote haciendo balance de las decisiones tomadas y de las actuaciones llevadas a cabo desde sus respectivos ámbitos. En su opinión, se han demostrado niveles de compromiso y voluntariedad altísimos en condiciones muy difíciles y duras.
«Hemos contribuido a doblegar la curva gracias a nuestra capacidad de adaptación para trabajar en un entorno nuevo e imprevisible, nuestra facilidad para trabajar en equipos multidisciplinares, pero, además, hemos demostrado valores determinantes como el apoyo y la cercanía, como profesionales y como personas», ha recalcado Tejedor.
Finalmente, las profesionales han reivindicado el valor de los cuidados profesionalizados en los centros sociosanitarios. «Nuestra capacidad de respuesta ha quedado patente. De hecho, aunque se ha priorizado el valor de la vida, no hemos olvidado dar calidez a nuestros pacientes. Pero debemos seguir trabajando para que los cuidados profesionalizados sean un valor reconocido en la sociedad y para que los centros sociosanitarios estén dirigidos por enfermeras porque tienen el conocimiento y la formación para ello», ha instado Andión Goñi.