Casi siempre las palabras elegidas para denominar las cosas tienen un significado en sí mismas. Eso es lo que pasa por ejemplo con la famosa «nueva normalidad». Si a partir del 21 de junio, fuésemos a volver a nuestras vidas tal y como las dejamos antes del estado de alarma, nadie se habría molestado en poner el adjetivo «nueva» a dicha normalidad. Pero, no, no vamos a volver a aquella normalidad, sino que nos adentraremos en una nueva normalidad en la que habrá más restricciones y control que antes, pero a la que -si nadie lo remedia- tendremos que adaptarnos progresivamente.
3Prohibidas las aglomeraciones
Tampoco se podrán celebrar eventos que impliquen grandes aglomeraciones en la «nueva normalidad». En este sentido, la mayor parte de espectáculos musicales, culturales o deportivos han sido cancelados o pospuestos hasta que su celebración no implique ningún riesgo para la salud. Los Juegos Olímpicos o el Mundial de fútbol son solo dos de los acontecimientos más reconocidos a nivel mundial que no se celebrarán este año a pesar de estar en la agenda. La Liga de fútbol profesional ha reiniciado estos días los partidos pendientes pero a puerta cerrada y sin público. Los eventos musicales y conciertos han sido cancelados también y lo que tienen lugar en espacios cerrados tendrán que modificar el aforo para garantizar el porcentaje permitido en cada recinto.