Casi siempre las palabras elegidas para denominar las cosas tienen un significado en sí mismas. Eso es lo que pasa por ejemplo con la famosa «nueva normalidad». Si a partir del 21 de junio, fuésemos a volver a nuestras vidas tal y como las dejamos antes del estado de alarma, nadie se habría molestado en poner el adjetivo «nueva» a dicha normalidad. Pero, no, no vamos a volver a aquella normalidad, sino que nos adentraremos en una nueva normalidad en la que habrá más restricciones y control que antes, pero a la que -si nadie lo remedia- tendremos que adaptarnos progresivamente.
2Obligatoriedad del uso de mascarillas
Precisamente, para todos aquellos casos en los que sea difícil o imposible la distancia de seguridad (de 1,5 a 2 metros) se mantendrá durante la «nueva normalidad» el uso de las mascarillas. Esta medida, es sencilla de cumplir, pero es quizás la más simbólica y la que nos demuestra en una instantánea que nada volverá a ser como antes. Tan sólo los menores de 6 años y las personas con dificultades respiratorias estarán exentas de «lucir» mascarilla durante los desplazamientos y en los espacios cerrados.