El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, ha advertido este miércoles de que los países de América Latina, así como los del hemisferio norte, no pueden confiar en la expectativa de que el cambio de estación y las temperaturas vayan a debilitar la transmisión del COVID-19.
«Sabemos que el hemisferio sur está a punto de comenzar su temporada de gripe, pero lo que no sabemos es como el coronavirus va a comportarse en esta situación», ha asegurado Ryan, quien ha añadido que no tiene ningún dato que sugiera que el virus se va a comportar de manera más agresiva o se transmita de manera más eficiente o no con el cambio de estación.
«Tenemos que concentrarnos en suprimir y parar esta enfermedad, y si los cambios en el clima pueden asistir en esto, esto sería una gran noticia, pero no podemos confiarnos a esta expectativa, de que la temporada será la respuesta de esto, no es la respuesta», ha agregado.
El experto ha señalado que los países deben concentrarse en la aplicación eficaz de las medidas de salud pública, así como las intervenciones sociales y la higiene en general. «Todas las cosas que hemos enfatizado muchas veces, y que hacen parte de los enfoques integrales de salud pública. En muchas partes del mundo han comprobado que son capaces de contener y suprimir la transmisión de esta enfermedad», ha explicado Ryan.
El dirigente de la OMS ha recordado que se tiende a pensar que los virus como el de la gripe se transmite menos en el verano porque la gente sale y está menos concentrada en lugares cerrados. «Pero también podrías decir que el verano, por el aire acondicionado y otros sistemas, y porque la gente se mantiene adentro cuando hace mucho calor. Entonces, hay riesgos que sí tienen que ver con el clima que no están específicamente relacionados con los virus en sí, pero están más relacionados con los comportamientos humanos que cambian por las temperaturas o las temporadas», ha insistido.
En resumen, Ryan ha reiterado que no hay indicaciones de cómo el coronavirus se comportará en el futuro cercano, pero lo que sí está claro, es que hay un aumento de casos en América Latina, especialmente en el sur. «Hemos visto un aumento progresivo y constante en los casos en América Central y del Sur y es de gran preocupación», ha concluido.