El vecino de la localidad turolense de Andorra, Salomón Amador, que llevó este lunes en su coche a Pedro Lozano, conocido como el ‘Rambo de Requena’, lo vio «desesperado», en una situación «límite», sin saber «por donde salir».
Durante el trayecto temió por su vida en un primer momento, pero tras decirle este hombre que no le iba a hacer nada, pero que le tenía que ayudar a salir del pueblo, trató de ganarse su confianza y de llevarlo a un lugar donde pudiera encontrarlo después la Guardia Civil.
Este vecino ha relatado que apenas le habló y fue él, que es hermano del alcalde de la localidad, quien mantuvo la conversación con la finalidad de ganarse su confianza y de que no le hiciera nada. Le comentó que sabía quién era y no había matado a nadie y a sus indicaciones éste asentía con la cabeza.
Ha precisado que no vio que llevara una escopeta, pero sí una bandolera. «Tuve mucho miedo, pero noté que me hacía caso» porque era «su única escapatoria y, al final, confió en mí».
ENCUENTRO
Este vecino de Andorra ha explicado que se encontraba en casa de sus padres cuando comenzó a recibir mensajes de WhastApp que alertaban de que este hombre podía estar por la zona por lo que decidió volverse a su casa.
No obstante, paró a comprar tabaco y en ese momento se le cruzó con el ‘Rambo de Requena’, que iba corriendo y pasó por delante de su coche, si bien, en ese momento, aunque pensó que podía ser el, lo descartó. Sin embargo, se quedó «intranquilo» por eso decidió comprobar si era él para avisar a la Guardia Civil, momento en el que se lo volvió a encontrar «más cerca de lo que esperaba» y lo reconoció.
Pensó en llamar a la Guardia Civil, pero no le daba tiempo porque «estaba cerca» y por eso estimó que «podía detenerlo» al acorralarlo con el coche contra una pared, «pero no lo hice bien, se fue para atrás» y cuando Salomón Amador intentó huir, éste subió al coche.
En ese momento, ha contado, comenzó a gritar y a tocar el claxón. «Pensé que me iba a matar» y que si hacía ruido, al menos, llamarían a la Guardia Civil y lo podrían coger. Sin embargo, Pedro Lozano le dijo que no le quería hacer nada, pero que necesitaba su ayuda para salir del pueblo.
GANAR SU CONFIANZA
El vecino de Andorra trató de idear un plan para ganarse su confianza y que a la vez no escapara, así como no poner en peligro su propia vida. Tras advertirle de que el pueblo estaba rodeado por la Guardia Civil y de que no iba a poder sacarlo, lo llevó a uno de los extremos de la localidad, donde confió que después sería fácil para los agentes encontrarlo y le dio unas indicaciones para que atravesar una zona de campos y llegara a una zona elevada detrás de la que había un pinar.
«Lo dejé allí y le di unas indicaciones para salir de la zona», aunque también le aseguró que «lo tenía muy mal», ha manifestado Salomón Amador, que ha opinado que sí que le hizo caso puesto que aunque no dio la vuelta que él le había indicado, sí que fue a uno de los lugares que le dijo, donde fue localizado.
Antes de despedirse, el ‘Rampo de Requena’ le pidió al vecino de Andorra una fiambrera de comida que llevaba en el coche. Estos hechos ocurrieron sobre la 16.45 horas de este lunes y este hombre fue detenido alrededor de las 18.00 horas, en el mismo término municipal.
A su entender, dado el dispositivo establecido por la Guardia Civil lo hubieran detenido igualmente porque «estaban mirando por todos los rincones del pueblo». Por su parte, tras dejarlo, se fue conduciendo hasta una zona próxima donde sabía que había unos coches de la Guardia Civil, a quienes les dijo quién era y les contó lo ocurrido.
Sobre las 15.30 horas de este lunes, el ‘Rambo de Requena’ había huido tras herir con un arma de fuego a un guardia civil en una gasolinera de Muniesa, una localidad cercana a Andorra, por lo que el Instituto Armado estableció inmediatamente un dispositivo de búsqueda y localización.
El ‘Rambo de Requena’ ha cometido numerosos robos desde el pasado mes de febrero en casas deshabitadas de la Comunidad Valenciana y de Teruel. El primer constatado se produjo el 25 de febrero tras la ocupación de una vivienda de forma ilegal en la pedanía Los Cojos de Requena. Desde entonces, la Benemérita ha desplegado varios dispositivos para su localización y detención.
Su modus operandi ha consistido en entrar en viviendas no habitadas, sustraer comida y robar vehículos bajo violencia e intimidación para abandonarlos o estrellarlos.