Cada vez que hay un problema sociopolítico, la bandera de España circula por las calles de todo el país. Cuanto mayor es el conflicto, con mayor virulencia lo hace. Si hay algo que se ha extendido con casi tanta facilidad como el coronavirus, son las banderas de España durante la pandemia. Este símbolo nacional se ha convertido en la insignia de aquellos que están en contra de la gestión del Gobierno. Primero fue en la calle Núñez de Balboa de Madrid, pero ahora el uso de banderas nacionales se ha extendido hasta tal punto que incluso han extendido en el barrio madrileño del Pilar una de dimensiones similares a la de la plaza de Colón.
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— Carlos Fernández-Roca Suárez (@cfdezrocysua) May 30, 2020
Algunos, como el diputado de Vox Carlos Fernández-Roca Suárez, lo han compartido con orgullo. Muchos se han hecho eco de este alarde de un símbolo nacional como crítica al Gobierno. Esto ha ocurrido este fin de semana en el barrio del Pilar, donde en vez de gastarse el dinero en material sanitario han preferido erigir una bandera de España de proporciones desmesuradas.
Pero esta batalla de banderas no es nueva. Según llegó el coronavirus al país, lo primero que hicieron los diputados de Vox fue utilizar mascarillas con la bandera de España. Tras esto, llegaron las protestas del lujoso barrio de Salamanca, en las que los que protagonizaban las manifestaciones improvisadas también lucían en su mayoría colores rojigualdos en señal de rechazo contra el Gobierno que preside el líder socialista, Pedro Sánchez. Y suma y sigue.
También enmarcado en esta disputa, hubo quien decidió lucir otro tipo de banderas. Si la derecha se ha apropiado del símbolo nacional para reivindicar su ideología, desde Unidas Podemos lo harían a su modo. Irene Montero, la ministra de Igualdad, lució la semana pasada una bandera republicana en una entrevista como gesto o guiño a los suyos. Y de paso, dejó caer que había quien había pedido la insubordinación del Ejército.
La crisis del coronavirus ha polarizado aún más la sociedad. Y lo ha hecho hasta un punto que parece una batalla de símbolos. Las caceroladas acompañadas de una bandera de España era un equipo, un bando. Y los aplausos a las 20.00 horas y las banderas republicanas otro. Hasta las mascarillas y los colores de las mismas reflejaban también en qué bando se estaba. De hecho, toda la plana de Vox luce la misma, con tono verde militar y la bandera de España en un lado.
«Ya hay calles cayetanas, bloques fachas, pueblos y ciudades con mayorías ultraderechistas y multitudes con amor a España, espíritu de sacrificio y voluntad de autodefensa, sin miedo a las mentiras del gobierno y de su servidumbre de medios y periodistas», ha comentado el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, quien por cierto también luce una bandera de España a media asta en su imagen de perfil de Twitter.
También en la manifestación convocada por Vox se vieron cientos de miles de banderas de España. De hecho, una de las peticiones del líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, era que los manifestantes acudieran a la protesta en su coche con una bandera nacional como símbolo que agitar contra Sánchez. Algunos incluso creyeron oportuno comparar esa protesta que colapsó Madrid (por atascos) con que la selección de fútbol nacional hubiera ganado algún título mundial. Todo un esperpento.