Masterchef es uno de los programas que más beneficios le reporta a TVE, en términos de audiencia, pero también en términos de prestigio e imagen. Se trata de un talent culinario pensado para disfrutar en familia y que trasmite valores como el esfuerzo, la disciplina, el talento y trabajo en equipo. Sin embargo, parece que esta edición va a significar un antes y un después en este sentido. Todos estos valores, y el concurso en sí mismo están en tela de juicio por una serie de hechos que parecen haberle dado un giro a la imagen que los espectadores tienen de Masterchef. Te contamos porqué esta está siendo la peor edición de todas.
3Un mal casting
De hecho, una de las mayores críticas que está recibiendo esta edición de Masterchef (la octava) es que el casting no ha sido nada acertado. Atrás queda el espíritu de los concursantes naturales, humildes y con muchas ganas de aprender y trabajar en equipo. Además de Saray, en este caso, muchos concursantes son acusados constantemente por el jurado y también por el público como soberbios y arrogantes. De hecho, la audiencia fiel al talent de TVE cree que el problema es que esta vez, la productora ha apostado por perfiles más polémicos y con ganas de triunfar mediáticamente por cuestiones ajenas a la cocina. Muchos apuestan porque Saray por ejemplo, aparecerá pronto en algún reality show de Mediaset.